La repetición electoral a la que se encamina Cataluña, una vez activada la cuenta detrás en el Parlament, no cambiaría en exceso el círculo contemporáneo de retiro tras las elecciones del 12 de mayo. Al menos, así lo indica el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en su pesquisa postelectoral publicada este martes, que no pregunta por intención de voto frente a unos posibles comicios, pero sí apunta a que el 93,9% de los que votaron el 12M volverían hoy a repetir formación política.
El cronómetro corre en Cataluña para retornar a citar a los ciudadanos con las urnas. El 26 de agosto es la vencimiento orilla para que, si las negociaciones fructifican, haya un nuevo presidente autonómico. De no prosperar ninguna candidatura, el presidente en funciones, Pere Aragonès, convocará elecciones para el 13 de octubre. Este martes, el instituto sabido presidido por José Félix Tezanos, aunque no hace mención explícita a una hipotética repetición electoral, recoge en su prospección postelectoral algunas claves que podrían desgranar las posiciones de salida de cada partido.
Según el CIS, cerca del 94% de los catalanes volverían a elegir lo mismo, si adecuadamente Junts y PSC parten con superioridad. En concreto, la pesquisa realizada entre el 11 y el 17 de junio, ayer del revés del Supremo al expresidente fugado, señala que el 96,9% de los que el 12 de mayo apoyaron la candidatura de Carles Puigdemont volverían a hacerlo hoy, mientras que el 96,5% del electorado socialista repetiría su voto a Salvador Illa, ahora que se conocen los resultados y la amplia víctima del PSC, que, sin embrago, necesita a ERC para administrar.
Este extremo, en plena lucha interna por el poder tras la batacazo del 12M, tendría más complicado fidelizar a sus votantes. Según el CIS, el 92% volvería a elegir a Esquerra, muy por debajo de Junts y PSC, y en mismo porcentaje que los Comunes. El PP, por su parte, mantendría al 94,5% de su electorado. Por el banda contrario, en cuanto a los arrepentidos, hasta el 11,6% de los que votaron a la CUP lo harían ahora a otro partido. Igualmente Aliança Catalana ronda el 10% de fuga y Vox, el 8%. ERC agudizaría su crisis con hasta el 6,8% de sus votantes dispuestos a cambiar su voto.
Lo que siquiera cambiaría es el porcentaje tan elevado de catalanes que optaron por la renuncia, del 42,05% el 12 de mayo. Según el CIS, el 88,9% de los que no quisieron elegir entonces siquiera lo harían hoy. De estos, cerca del 70% muestran su clara desafección por la política: el 29,3% decía no sentirse representado por ningún partido, al 24,8% le dio lo mismo elegir que no elegir y el 14,6 estaba harto de la política y las elecciones; lo que daría cuenta, en principio, de una décimo inferior, si cerca de, en caso de repetición electoral. En ese círculo, Junts y PSC, los que en maduro cargo fidelizan a sus votantes, según el CIS, ganarían circunscripción.
Cambios en el voto
Otra de las claves que aporta el CIS en su pesquisa postelectoral es el cambio en la valentía de elegir por uno u otro partido. Durante la pasada campaña electoral, solo el 12,6% cambió su voto, lo que reitera en la idea de que, pese a las posibles variaciones que pudieran producirse, las posiciones están más que consolidadas y las campañas electorales tienen, en la hogaño, unos mercancía limitados sobre el resultado final. En aquel momento, el porcentaje catalanes que cambió su valentía fue maduro en Aliança Catalana (36,4%) o la CUP (28%) que en el PSC (9,7%) o el PP (8,4%).
En cualquier caso, cambie o no su valentía auténtico, hasta el 27,9% del electorado decidió su voto en la última semana. En concreto, el 14,7% por ciento los hizo en los días previos al 12M, el 4,8% lo decidió durante la marcha de consejo y el 8,5% lo hizo el mismo día de las elecciones.