No hay momento de envés. Los astronautas de la NASA Barry ‘Butch’ Wilmore y Sunita ‘Suni Williams’ llegaron hace unas semanas al espacio a borde de la cápsula Starliner, la primera encomienda espacial tripulada de la empresa Boeing, y que ya ha experimentado problemas técnicos. Unos imprevistos que han provocado que su retorno a la tierra, previsto para el pasado 14 de junio, se haya conocido retrasado de forma indefinida.
Fue el pasado 5 de junio cuando comenzó la encomienda. La NASA y Boeing lograron propalar, tras varios intentos fallidos, la nave Starliner CST-100 al espacio. Su objetivo era trasladar a los dos astronautas hasta la Tiempo Espacial Internacional (EEI), ya que estaba ideada como un ‘taxi’. Durante el trayecto, la nave comenzó a verificar fugas de helio, que le obligaron a permanecer acoplada a la EEI hasta que fueran solventadas.
La NASA decidió desempolvar la situación en la que se encuentra la nave, así como la de sus dos tripulantes el viernes pasado. Fue el apoderado del Software de Tripulación Comercial de la NASA, Steve Stich, quien aclaró que continúan trabajando para resolver los problemas técnicos que dificultan su envés, aunque precisa que no han surgido nuevos imprevistos, la nave “está en buenas condiciones”, afirma.
En lo que se refiere a la envés de Butch y Suni, el apoderado continua sin confirmar una momento de regreso y explica que se encuentran seguros, así como que no hay ningún afán de traerlos.
Una semana de silencio
Estas declaraciones vinieron tras una semana de silencio, en las que tanto la NASA como Boeing evitaron pronunciarse sobre el aplazamiento del regreso de la cápsula, previsto para el pasado martes. Un silencio que desató especulaciones y teorías de la conspiración. Los participantes en la rueda de prensa asimismo aprovecharon para recapacitar que se trataba de una encomienda de prueba.
Así es la nave Starliner
Esta cápsulase ha decidido solo dos veces hasta la momento, en vuelos de prueba sin tripulación al laboratorio orbital. Ya experimentó problemas en la primera encomienda, que se efectuó en diciembre del año 2019. En aquella ocasión no consiguió alcanzar el complicado orbital, poco que sí logró en un segundo intento en mayo de 2022.
La cápsula reutilizable Starliner tiene un diámetro de 4,56 metros y está diseñada para ser capaz de transportar hasta siete personas. Asimismo, es capaz de permanecer en ámbito hasta siete meses y de ser reutilizada hasta en 10 misiones.
Los dos astronautas tenían previsto probar varios aspectos de las capacidades de la nave, incluido el rendimiento de los propulsores de la nave espacial, el funcionamiento de sus trajes espaciales internamente de la cápsula y el pilotaje manual en caso de que la tripulación necesite anular el piloto involuntario de la nave.
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