El Tribunal Constitucional ha admitido a trámite el procedimiento de amparo presentado por Vox contra el acuerdo verbal de la Mesa de Años del Parlamento de Cataluña que permitió el voto delegado de Carles Puigdemont y Lluís Puig en la sesión constitutiva de la Cámara autonómica, el 10 de junio. Así consta en una providencia, consultada por torrevieja news today, en la que el tribunal de garantías comunica al partido que lidera el secretario militar de Vox, Ignacio Garriga, en la comunidad, la audacia adoptada y da diez días de plazo al Parlamento catalán para que aporte la documentación.
El pleno del Constitucional admitió a trámite el procedimiento de Vox en la reunión del martes y lo hizo porque el caso es de «particular trascendencia constitucional» y pudiera tener «unas consecuencias políticas generales», argumentos suficientes como para que el tribunal de garantías se posicione al respecto. De esta modo, el Constitucional, que ya admitió a trámite otro procedimiento del PP sobre el acuerdo de la Mesa de Años, pero rechazó adoptar medidas cautelares o cautelarísimas, volverá a argumentar sobre la moralidad de que Puigdemont o Puig puedan sufragar desde Bélgica.
En la sesión constitutiva del Parlamento catalán, la Mesa de Años, formada por Agustí Colomines (Junts), Mar Besses (ERC) y Júlia Calvet (Vox), acordó permitir los votos de los dos diputados de Junts fugados de la Probidad española desde 2017, así como el de Ruben Wagensberg (ERC), igualmente fugado y que hasta la época se ha acogido a una muerto por enfermedad. La audacia de la Mesa se adoptó con el voto en contra de Calvet, que así lo hizo constar durante el pleno que acabó por nominar a Josep Rull (Junts) como presidente de la Cámara legislativa.
La audacia de la Mesa de Años contó, seguidamente, con el apoyo del mismo Rull y la nueva Mesa, compuesta solo por diputados de Junts, ERC y el PSC. En esta recorrido, estos tres partidos, con Sumar y la CUP, han presentado una propuesta para modificar el Reglamento del Parlamento de Cataluña con la intención de permitir el voto delegado (que otro diputado vote dos veces, como así hizo Albert Batet en la sesión constitutiva del 10 de junio) y el voto telemático (hacerlo por mail) siempre que así lo determine la Mesa, que es el entraña rector de la Cámara catalana.
El Constitucional ya se ha posicionado en dos ocasiones en contra de que se permita la décimo de Puig desde la distancia, ya que la marcha del dirigente de Junts no está justificada. Los magistrados del tribunal de garantías igualmente se opusieron en 2018 a que se pudiera soportar a extremidad una investidura a distancia, una opción que ahora mismo Rull no descarta para el caso de que Puigdemont, finalmente y en contra de lo que defiende hoy día, opte por no retornar a España como consecuencia de la inaplicación de la remisión para la incriminación de malversación que recae sobre él.