Vanesa Comienzo (28 abriles) y Héctor Gil (30 abriles) decidieron, hace poco más de un año, que era hora de dar el paso y agenciárselas un hogar. Todas sus ilusiones chocaron contra dos muros que parecían infranqueables: los altos precios de la vivienda, y que los bancos sólo aportaban hasta el 80 por ciento del valía del inmueble en hipoteca; el resto necesitaban aportarlo como reducción. Y un 20 por ciento de 200.000 euros son falta menos que 40.000 euros; no todo el mundo cuenta con ese ‘colchón’. Comenzaban a caer en la desesperación cuando Vanesa escuchó en las parte conversar del Plan Mi Primera Vivienda. Llamó a su porción y se le abrió una puerta por la que ayer entraron, previa firma delante fedatario de su hipoteca, en su futura vida.
El plan Mi Primera Vivienda echó a hurgar en 2022 como un sistema de avales para jóvenes en rebusca de asfalto. Se ha ido ampliando con los abriles, y desde hoy incorpora novedades importantes, que ayer anunció la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso: se avalará hasta el cien por cien del valía de la hipoteca –al inicio era sólo hasta el 80 por ciento, y luego se amplió al 95–; y podrán beneficiarse de ello más personas: no sólo los jóvenes de hasta 35 abriles, sino cualquier persona hasta los 40.
Y el plan se extiende además, sin linde de perduración, a las familias numerosas, monoparentales o las que tengan un comienzo o prohijamiento de hijo: cualquiera de ellas podrá beneficiarse de este aval si lo pide para la adquisición de una primera vivienda.
Esta iniciativa está apoyada ya por siete entidades bancarias: Lado Santander, Caixabank, Ibercaja, Kutxabank, Abanca, Unicaja e ING. Desde que se puso en marcha, ha presbítero a más de 2.000 madrileños. Los bancos han concedido 1.500 hipotecas, aunque se han firmado 1.300 –a las demás se renunció por distintas circunstancias–. Evidentemente ayer se firmó el aval número 1.300, el de Vanesa y Héctor.
Para cubrir la ampliación del espectro de beneficiarios, el Gobierno regional va a dedicarle un presupuesto de 25 millones de euros en 2024, que se suma a los 36 ya invertidos desde 2022. Esto va a permitir que se den 235,5 millones en préstamos hipotecarios. Y la cuantía media de las hipotecas que se dan es de 184.187 euros.
Los requisitos para consentir a este plan Mi Primera Vivienda son: ser mayores de 18 abriles, y a partir de ahora, se amplía hasta los 40 abriles. Debe tratarse de la primera adquisición de vivienda habitual, y deberán acreditar residencia permitido en la Comunidad de Madrid de forma continuada e ininterrumpida durante al menos los dos abriles inmediatamente anteriores a la presentación de la solicitud.
Vanesa lo contaba: cuando se decidieron a comprarse un asfalto, «entre el parada precio de las viviendas, y que los bancos sólo financiaban el 80 por ciento del precio del asfalto, nuestra ilusión disminuyó». Vieron en las parte el Plan Mi Primera Vivienda y Vanesa se decidió: «Llamé a La Caixa y les pregunté; en unos días, el administrador del porción me dijo que sí». Sin esa ayuda, no habrían podido comprarse su casa. Porque, como recordaba con enorme sentido de la existencia, «los bajos salarios imposibilitan un buen futuro» y por eso abogan por mejores salarios y por más ayudas públicas.
Juan Antonio Peña, director de banca de instituciones de Madrid en Caixabank, habló en nombre de las entidades financieras que participan en este plan, y lo hizo para rememorar que había sido «un software totalmente pionero» cuando arrancó en 2022, y que «hubo que inventar el producto, porque no existía». Se ha conseguido con él un «finalidad multiplicador del efectivo manifiesto: por cada euro que pone la Comunidad de Madrid, los bancos conceden 5 euros por los avales». El aval para hipotecas ha sido una idea «clonada por otras comunidades autónomas, pero con un error gravísimo» porque la «han complicado con más variables; no la compliquemos», aconsejó.
La presidenta Díaz Ayuso, arropada por sus consejeros de Vivienda, Hacienda, Medio Circunstancia y Educación, recordó que las novedades introducidas en estos planes buscan resistir a «aquellos grupos con menos posibilidades de reducción» que son «la prioridad».
Vox: peligro de «agarrotarse»
La medida cuenta además con el apoyo de Vox: la portavoz de este rama parlamentario en la Asamblea, Rocío Monasterio, acudió al acto de firma de esa hipoteca 1.300 para rememorar a quien no lo supiera que «esta medida de los avales para primera vivienda para jóvenes la impulsamos nosotros en el primer presupuesto que firmamos con el PP, en 2022; esto es el mejora de aquella idea». A continuación, pidió poner más suelo adecuado para construir vivienda, como única forma de «desatascar Madrid» y que los precios bajen. Si no, advirtió, con la previsión de arribada a la región de 100.000 nuevos residentes cada año, «Madrid va a agarrotarse».
Pero esta ampliación de los avales hipotecarios no es la única novedad anunciada ayer: la presidenta además anunció que se suprime el precio manifiesto de 190 euros que pagaban todos los propietarios que se sumaban al Plan Alquila en la región.
Hasta ahora, y desde el año 2022, los caseros que utilizaban los servicios del Plan Alquila en Madrid y que alquilaban a inquilinos menores de 35 abriles ya se beneficiaban de esta gratuidad. Pero el resto, tenían que fertilizar los 190 euros de precio manifiesto. A partir de ahora además se ahorrarán esta cantidad, tenga la perduración que tenga el inquilino.
Con esta medida, se quiere incentivar el servicio y proporcionar el aumento de la ofrecimiento del mercado de inquilinato de viviendas en la región. La medida además va a publicarse este mismo mes en el BOCM y entrará en vigor a continuación.
Intermediación
Desde su puesta en funcionamiento en 2008 el Plan Alquila ha ejercido un papel de intermediación entre caseros e inquilinos, lo que ha contribuido a disminuir la morosidad de los contratos a tan solo el 0,01 por ciento de los casos. En estos 16 abriles que lleva en vigor, se han inscrito más de 75.000 viviendas en este plan, y se ha prestado afluencia a más de 463.000 inquilinos demandantes de hogares, de los cuales más de 257.000 eran jóvenes de menos de 35 abriles (más de un 55 por ciento). Por otra parte, en la hogaño hay 13.000 contratos en vigor, que se benefician del seguro de impago de balde, así como de asesoramiento e intermediación durante toda su vigencia.
Díaz Ayuso abordó, durante la presentación de estas novedades en los planes de vivienda, la repercusión que ha tenido la Ley estatal de Vivienda, que a su discernimiento «ha provocado un descenso en la ofrecimiento de pisos, ha incrementado los precios de forma desorbitada en los precios, ha disparado la ocupación y ha generado longevo inseguridad jurídica».
La presidenta madrileña ha notorio la vivienda una prioridad de su lapso. Para fomentarla, defiende «un entorno de colaboración público-privada donde se garantiza el entrada a la vivienda, pero respetando la propiedad, la privilegio y sin intervencionismo ni ocurrencias políticas que lo único que están haciendo es multiplicar más los problemas».
Inseguridad jurídica
Recordaba Ayuso que leyes estatales de vivienda ha habido muchas, «no es cierto que sea la primera, en estos últimos 45 abriles, siempre ha habido planes estatales de vivienda en los que se fija la financiación, se establece la norma civil y procesal». Pero su arribada ha tenido, afirmó, género indeseables, como «un descenso de la ofrecimiento de pisos y incrementado los precios de forma desorbitada, ha disparado la ocupación y ha generado todavía longevo inseguridad jurídica y creo que la seguridad jurídica es la condición mínima para habitar en privilegio y para servir al interés militar».
En cuanto a los pisos turísticos, apoya que haya en ellos una regulación, «pero no puede poseer una prohibición total, como se pretende ahora– Barcelona, por ejemplo, lo ha anunciado ya–, porque «el problema va a ir a longevo si los propietarios de los pisos no se atreven a poner su vivienda en inquilinato por la inseguridad jurídica que crean las nuevas normas y el intervencionismo de las administraciones».