Desenterrado un antiguo nevero de nueve metros en Xunqueira de Espadanedo


Una intervención arqueológica en el Concello de Xunqueira de Espadanedo ha revelado un nevero o pozo de la cocaína, usado para acumular cocaína y su luego producir hielo, de unos nueve metros de diámetro y al menos seis metros de profundidad.

Las primeras referencias a este nevero corresponden al siglo XVII, si acertadamente su construcción podría tener tenido circunscripción el siglo mencionado.

El pozo en cuestión estuvo arrendado al cabildo de la Catedral de Ourense por el Mosteiro de Xunqueira. La intervención arqueolóxica revela que la techumbre del mismo, compuesto por tejas, se encontraba en mal estado en el siglo XVIII.

En ese momento, el cabildo pagó casi 3.000 reales para la construcción de una cubierta abovedada de piedra, obra del cantero Antonio Castro.

Vista del pozo de nieve, entradas y filtración del agua (foto: Marina Muñoz).
Presencia del pozo de cocaína, entradas y filtración del agua (foto: Armada Muñoz).

La intervención, realizada gracias a una subvención de la Axencia Galega de Turismo concedida al Concello de Xunqueira de Espadanedo, la dirigió el arqueólogo Luis Cordeiro, de la empresa A Citania Arqueoloxía e Xestión do Patrimonio. Su trabajo consistió en el “baleirado interno, colmatado de pedra e dovelas polo derrubo”.

Sistema de filtración de agua

Los expertos todavía limpiaron la zona para determinar la superficie total del mismo. Los trabajos permitieron descubrir unas escaleras, el sistema de deposición del agua y las dos entradas con las que contaba el nevero.

Una de ellas era “de servizo, tapada por un terrón, empregada para a carga e descarga, mentres que a outra era principal e gardábase pechada baixo chave”, apunta el director de la excavación.

Amaro Conde y Eugenia Muñoz, dentro del pozo.
Amaro Conde y Eugenia Muñoz, internamente del pozo.

La documentación hace remisión a “varios neveiros”, de los cuales tres ya están localizados, dos en Parada de Sil y el que acaban excavar, en el término de Xunqueira. Pero todavía hay otros “por aparecer ou ben xa foron destruídos”.

En total, los arqueólogos trabajaron durante tres semanas, y solo queda rematar la excavación con el vallado y señalización del pozo, que encima contará con cartelería interpretativa para quienes se animen a visitarlo a partir de ahora.

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