En el techo de una cueva de piedra caliza de la isla indonesia de Célebes, hay dibujadas tres figuras humanas interactuando con un sucio. No es un hallazgo nuevo. En 2017, un estudiante de doctorado de la Universidad de Griffith (Australia) -guiado por vecinos de la zona- descubrió estas pinturas rupestres. En ese momento, calculó que tenían 43.900 abriles de caducidad y las colocó entre las más antiguas del planeta. Ahora, siete abriles posteriormente, podemos proponer con seguridad que esa pintura es la más antigua del mundo. Por lo menos, de todas las que se han descubierto. Se crearon hace al menos 51.200 abriles y eso lo cambia todo.
Los investigadores han utilizado un nuevo método estudiado para determinar la etapa mínima de la pintura, ubicada en la cueva Leang Karampuang. “El método es una mejoramiento significativa sobre otros métodos y debe revolucionar el arte rupestre en todo el mundo”, asegura Maxime Aubert, arqueólogo en la Griffith University y uno de los responsables de este nuevo descubrimiento, publicado en la revista ‘Nature’.
La evidencia de arte narrativo más antigua
El protagonista de la número es un sucio de 92 centímetros de pancho por 38 centímetro de detención. De pie, adjunto a él, hay tres figuras humanas más pequeñas, pintadas con un pigmento rojo umbroso. Los investigadores han determinado que esta es una pintura novelística, la más antigua conocida de este tipo. “Las tres figuras humanas y la figura de sucio no se representaron de forma aislada en partes separadas del techo”, dijo el arqueólogo Adam Brumm, otro de los responsables del nuevo estudio.
“Más admisiblemente, la yuxtaposición de las figuras -cómo se posicionan en relación entre sí- y la forma en que interactúan, son claramente deliberadas, y transmite un sentido de influencia inconfundible. Hay poco que sucede entre las figuras. Se está contando una historia. Obviamente, no sabemos cuál fue esa historia”, agregó Brumm, añadiendo que dos de las figuras humanas “sostienen objetos de algún tipo”, y al menos una de ellas, “parece estar llegando con destino a la cara del sucio”.
“Nosotros, como humanos, nos definimos como una especie que cuenta historias, y estas son las pruebas más antiguas de que hacemos eso”, dijo Aubert.
Esto lo cambia todo
Los investigadores han utilizado el novedoso método de datación para reevaluar asimismo la caducidad de otra pintura rupestre de Célebes. Esta se encuentra en la cueva de Leang Bulu Sipong 4 y asimismo representa una número novelística: figuras aparentemente humanas cazan palomas y búfalos enanos. Los resultados que obtuvieron indicaron que esa representación tiene, al menos, 48.000 abriles, lo que supone que se pintó más de 4.000 abriles ayer de lo que se pensaba hasta ahora. Encima, los investigadores han insistido en que las fechas todavía pueden quedarse cortas y las pinturas pueden arribar a ser más antiguas de lo que se ha determinado con estas nuevas pruebas.
La pintura de Leang Karampuang, según los investigadores, es antecedente a las pinturas rupestres de Europa. Por ejemplo, las pinturas de la cueva El Castillo (Cantabria) datan de hace unos 40.800 abriles. Las de la cueva de Altamira (Cantabria) tienen más de 35.000 abriles y las de Lascaux (Francia), 17.000.
“Este descubrimiento en Indonesia conduce al punto de que Europa no fue el motivo de principio del arte rupestre, como se había supuesto durante mucho tiempo”, dijo Brumm. “Igualmente sugiere que la narración de historias es una parte mucho más antigua de la historia humana en militar, y de la historia del arte en particular”, añade.
Encima, los investigadores consideran que este descubrimiento abre nuevas vías de investigación porque “el arte rupestre más antiguo de Célebes no es simple. Es proporcionado liberal y muestra la capacidad mental de las personas de la época“.
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