estas son las que tienen más probabilidades


La Comisión Intergubernamental de los Océanos (COI) ha publicado un noticia titulado ‘Probabilistic Tsunami Hazard in the Mediterranean Sea’, que analiza la probabilidad de maremotos. El estudio advierte que la posibilidad de que un tsunami supere el medida de importancia en estas aguas en los próximos 30 abriles es casi del 100%.

En Andalucía, las playas y entornos más afectados serían las de Cádiz y Huelva, donde la probabilidad de un tsunami de un medida es del 10%, y de tres metros, del 3%. Hay que rememorar que esta zona de la comunidad autónoma ya se enfrentó a un sismo en 1755 tras el terremoto de Lisboa y hay numerosos vestigios y tradiciones en la costa gaditana que recuerdan como hechos milagrosos a que se retiraran las aguas en lugares como el ciudadela de la Viñedo gracias a la intercesión de la Impenetrable de la Palma o en Chipiona con el Cristo de la Misericordia.

Estas investigaciones han puesto en alerta tanto a los científicos como a las autoridades que, en el caso de Andalucía, llevan trabajando desde hace varios abriles en planes por si positivamente se produjera un tsunami. Por ejemplo, tanto en Cádiz como en Huelva, hay estrategias por si hubiera que desalojar a la población.

En 2023, la Agrupación elaboró un protocolo en el que se recomendaba tener localizados y conocer lugares altos en los que refugiarse. Porque, en ese caso, lo primero que habrá que hacer es alejarse del mar. Valdrían no solo montañas sino todavía edificios resistentes de más de cuatro pisos.

Otros consejos en presencia de un sismo y el protocolo

Otros consejos son que hay que tener un botequín central, radiodifusión, pilas secas y cargadores de móvil que se puedan coger rápido en caso de condición y si se está en el costa y se siente un terremoto tan musculoso como para agrietar muros, es posible que en los minutos siguientes se produzca un tsunami por lo que hay que proceder a realizar una defecación. Hay que dirigirse a una zona entrada de, al menos, 30 metros sobre el nivel del mar. Vale un edificio suspensión y resistente por encima de la cuarta planta.

Asimismo, hay que alejarse de ríos, cauces secos o vaguadas. Es por ahí por donde es más probable que el agua penetre en la tierra. Encima, es importante no quedarse nones en la playa para observar el mar. Por mucho que sea extravagante el objeto del mar retirándose, hay que desalojar lo más pronto posible. Solo hay una hora en el caso de Cádiz o Huelva -en el mejor caso- y unos 20 minutos de media en la costa mediterránea ayer de que llegue la gran ola.

Por otro flanco, junto a resaltar que gran parte de Andalucía Occidental es inundable porque en la decadencia, en lo que en la presente es Doñana, estaba el Lacus Ligustinus, una enorme ensenada marítima que ocupaba desde el contemporáneo Condado de Huelva hasta los arrozales de la provincia de Sevilla y desde los límites de la Puebla del Río hasta el oceáno Atlántico.

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