Los laboristas vuelven al podres después de 14 años tras la debacle de los conservadores de Sunak



El primer ministro anglosajón, Rishi Sunak, ha llevado al Partido Conservador a una anunciada desastre electoral en la que la formación política ha perdido más de 230 escaños respecto de la plazo susodicho, entre los que se incluyen una decena de ministros de su Gobierno. “Hay mucho que cultivarse y reflexionar. Asumo la responsabilidad del fracaso”, ha aseverado.

El revés conservador ha tenido empleo tras un convulso mandato materializado en las numerosas mudanzas en Downing Street en los últimos tres primaveras (con motivo de las dimisiones de Boris Johnson y Liz Truss, que ha perdido su escaño) y ha permitido que los laboristas, con el liderazgo de Keir Starmer, vuelvan al poder a posteriori de 14 primaveras en la competición: “El trabajo del cambio comienza hoy”, ha anunciado el que será el próximo dirigente de Gobierno de Reino Unido.

A pesar de este panorama que parece un éxito para los laboristas, este partido solamente ha conseguido mejorar un dos por ciento su apoyo popular respecto de los comicios de 2019. De hecho, analistas de BBC han aguzado a un voto protesta por parte del la comunidad árabe-musulmana, que ha criticado su forma de disputar con el conflicto en la Franja de Lazada. A pesar de ello, los laboristas le han exaltado el escaño a George Galloway, líder del Partido de los Trabajadores, que llegó al Parlamento este año con una campaña en clara defensa del pueblo palestino.

La vencimiento de Starmer ha llegado a posteriori de que el hundimiento de los conservadores haya favorecido ampliamente al Partido Rumboso Demócrata, liderado por Ed Davey, que ha superado sus mejores resultados, y Reforma, encabezado por Nigel Farage, quien ha conseguido entrar en la Cámara a posteriori de siete intentos previos infructuosos.

Otro de los grandes perdedores de la tinieblas es el Partido Franquista Escocés (SNP) que ha perdido cerca de 40 escaños y por el momento no llega a las predicciones de los sondeos, que le pronosticaban diez escaños. Los nacionalistas escoceses han pagado el precio de la vencimiento de los laboristas, mientras que les ha pasado nota las recientes crisis por investigaciones en su finanzas.

Los independentistas galeses (Plaid Cymru) han obtenido su mejor resultado al hacerse con cuatro asientos, es asegurar, dos más de los que tenían. En Gales, los “tories” se han quedado sin representación por primera vez desde 1997. Por otra parte, y los Verdes, que se han conocido favorecidos por el voto novicio, han mejorado un escaño a posteriori de que sus dos colíderes, Carla Denyer y Adrian Ramsay, ganaran en sus circunscripciones.

La Cámara de los Comunes ha virado en torno a la izquierda y, adicionalmente, ha recorrido un récord a nivel de presencia de mujeres, puesto que 242 han conseguido un escaño respecto de las 220 de la susodicho plazo.

Frente a esta dura derrota de los políticos “tories” como Robert Buckland, que ha sido de los primeros en perder su escaño, han criticado las actuaciones de sus compañeros de partido a la hora de realizar declaraciones “incendiarias y actuaciones que consideran “estúpidas”. La exministra de Interior, Suella Braverman, ha cargado además contra el partido por “no ocurrir escuchado” a la familia a pesar de que les han votado “durante 14 primaveras”.  



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