La Fiscalía de Valladolid ha solicitado cuatro primaveras de prisión para el vigilancia civil P.A.R.P. que comenzó una relación sentimental con la viuda de un compañero fallecido en acto de servicio por la que había sido indemnizada para estafarle 99.000 euros.
El encausado se sentará el próximo miércoles, 10 de julio, en el banquillo de la Audiencia Provincial donde la cargo pública acude con la referida pena privativa de licencia por un delito de estafa en cuantía superior a 50.000 euros y con demasía de relaciones personales con la víctima.
Los hechos investigados se remontan a marzo de 2021 cuando el vigilancia civil, que conocía que la mujer había sido indemnizada por el fallecimiento de su marido en acto de servicio, comenzó a dirigir mensajes de WhatsApp a la víctima recordando su relación de la infancia y profundizando en cuestiones amorosas.
Deudas
Según el relato de la Fiscalía, el imputado comenzó a aprovecharse de esa relación para solicitar a la denunciante diversas cantidades de mosca con pretextos, si proporcionadamente siempre decía que no le iba a pedir más y prometiendo que se lo iba a devolver, señalan las mismas fuentes. Y aunque sí devolvió una cantidad original, el denunciado comenzó a pedir más mosca utilizando excusas como su deseo de vencer o suicidarse por deudas con prestamistas heredada por una relación amorosa mencionado y la requisito de rescatar un transporte que se llevó su expareja.
El imputado consiguió con sus peticiones y con constantes llamadas de teléfono y mensajes de WhatsApp, que la víctima le diera hasta 99.000 euros en diferentes cantidades que realizó a través de transferencias bancarias.
Para la cargo pública, la intención del imputado era especular y aprovecharse de la relación sentimental que mantenía con la víctima, y la ilusión de esta por sustentar una vida en global. Así consiguió que la mujer le fuera dando mosca, ganándose su confianza al devolverle «premeditadamente» 8.000 euros que previamente le había prestado «a fin de incrementar la credibilidad de ella» de que le devolvería el mosca que le iba dejando. Para la Fiscalía, el imputado nunca pensó en devolver esas cantidades y precisa que el mosca que le iba ingresando la víctima en las cuentas las extraía inmediatamente posteriormente en un cajero para su beneficio.
En el relato de los hechos, la cargo pública señala que el encausado pedía mosca, en un principio, para hacer transferencias a su hija; luego alegó que tenía que realizar un plazo a una inmobiliaria; seguidamente que tenía que traer un transporte desde Rumanía y necesitaba mosca para retribuir la cabria o que debía repararlo.
Además le habló a la víctima de que había sido embargada la cantidad que le habían remitido, o que quería suspender unos préstamos de Carrefour que tenían un interés muy detención. «Excusas todas ellas que se han demostrado inciertas y que solamente tenían como objetivo acoger una gran cantidad de mosca«. A raíz de todos estos hechos, la víctima se encuentra en tratamiento psicológico.