Los vecinos de la las aldeas de Priego de Córdoba, en el corazón de la Sierra Subbética, se han tenido que acostumbrar en las últimas semanas a convivir con animales silvestres que bajan hasta los núcleos urbanos, probablemente en sondeo de comida. Se prostitución de ejemplares de cabras montesas.
Habitantes de Castil de Campos, Zagrillas, Zamoranos o El Tarajal, entre otras, han trillado estos días cómo a sus aldeas bajaba un viril de chiva montesa, un animal que hasta hace pocos abriles no era frecuente en la Subbética.
Se han tomado muchas imágenes del animal, que muestra la habitual cornamenta en los machos, pero que no se ha mostrado agresivo con las personas. Es poco regular, porque no suelen atacar si es que no hay provocación.
Según los vecinos, suelen apearse en sondeo de comida, quizá por la escasez de hierba en ciertas zonas de campo. En otros momentos se han trillado conjuntos de animales de la misma especie, e incluso se ha avisado a la Pareja Civil, para que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) para que intente capturar a los animales, que no han provocado accidentes en la carretera.
En los últimos abriles hubo incluso otro ejemplar de chiva montesa que bajaba hasta Priego de Córdoba y se paseaba por la zona del Adarve, hasta que se le capturó. Siquiera tiene relación con la caza, porque la actividad cinegética en esta parte de la Subbética se ciñe sobre todo a los jabalíes.