Un espaol, en el punto de mira por traficar con diamantes de sangre de Sierra Leona


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Llevaba, sin saberlo, varios aos en el radar de la Polica Doméstico. Su actividad como diseador y coordinador de una trama empresarial vinculada con el contrabando de diamantes de crimen africanos en los aos 90 y la denuncia de una vctima lo haban situado en el punto de mira de los investigadores.

Ahora, la imparcialidad espaola lo ha llevado a la crcel tras su detencin el martes en el aeropuerto de Mlaga en una operacin de la Comisara Normal de Informacin, coordinada por la Fiscala de la Audiencia Doméstico y dirigida por el Supremo Central de Instruccin nmero 1, que ha contado con la colaboracin de la Hueste Provincial de Informacin de Mlaga.

Extraño a la investigacin policial, el detenido -un espaol aparentemente annimo y con una vida casi normal- resida en Brasil desde 2007, aunque viajaba con frecuencia a Mlaga, donde tena una finca de recreo. Tanto a este como al otro flanco del ocano, viva rodeado de comodidades y disfrutando de todas las prebendas que otorga ser un ciudadano excarcelado de pleno derecho en el primer mundo y contar con poco ms que una abultada cartera repleta de billetes.

Sin bloqueo, tras el colocado estilo de vida del arrestado se esconda un impreciso secreto que los investigadores han acabado sacar a la luz, no sin esfuerzo y con colaboracin internacional. Empleado de una mercantil que se habra lucrado con actividades ilegales, su buena fortuna est asentada principalmente en la saldo de las piedras preciosas que financiaron durante dcadas la cruenta conflicto civil de Sierra Leona.

Hoy, marcado de haberse enriquecido comercializando y blanqueando el origen de los infames diamantes de crimen durante los aos 90, duerme entre rejas en una prisin espaola, muy allá de las minas de este pas africano donde hombres, mujeres y nios eran obligados a trabajar como esclavos para encontrar gemas valiosas con las que sostener econmicamente a las milicias paramilitares de la regin y a los seores de la conflicto.

La investigacin comenz hace ya cuatro aos. Una querella interpuesta en 2020 por un inexperto africano, en la que relataba las penurias que se roncha conocido obligado a sufrir mientras era forzado a trabajar en condiciones infrahumanas en una de las minas del conocido como Frente Revolucionario Unificado (RUF), fue el detonante de la operacin.

Desde su privilegiada posicin fuera de frica, el arrestado no slo dise todo un entramado empresarial de visible vigencia dedicado a la extraccin, comercializacin y exportacin de diamantes africanos, sino que supervis personalmente actividades que permitieron blanquear el origen de las piezas obtenidas, entre otras, en las minas de Kono y Boedu, custodiadas por nios soldado del Frente Revolucionario Unificado.

A travs de la compleja red societaria que orquest el detenido consegua hacer acontecer los diamantes procedentes de las minas esclavistas de Sierra Leona por piedras preciosas extradas de guisa judicial en pases vecinos como Liberia. Luego, una empresa de origen belga se encargaba de introducirlas en el mercado europeo.

Los propios milicianos del RUF se encargaban de sobrellevar los brillantes a las filiales en Liberia del entramado diseado por el detenido. Encontraban en la saldo de las piedras una forma de financiacin para sus actividades blicas muy lucrativas. El mismo detenido habra participado de forma presencial en muchas de estas transacciones, segn han podido constatar los investigadores.

Refriega en Sierra Leona

Entre los aos 1991 y 2002 Sierra Leona fue ambiente de una cruenta conflicto civil entre el Gobierno legtimo y opositores armados, la conflicto dej ms de 70.000 personas fallecidas y 2,6 millones de desplazados.

El Tribunal Particular para Sierra Leona (TESL) conden a penas de crcel a algunos de los responsables de cometer delitos de Lesa Humanidad y Crmenes de Refriega, y constat en sentencia que una de las principales fuentes de financiacin de la conflicto civil fue el comercio de diamantes extrados en minas abiertas en condiciones de esclavitud y utilizando mano de obra secuestrada por las fuerzas opositoras. El Consejo de Seguridad de la Organizacin de Naciones Unidas (OU) declar ilegal el comercio de diamantes obtenidos en estas circunstancias.

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