Sabucedo y sus “aloitadores” viven una “Rapa das Bestas” que aspira a ser Bien de Interés Cultural


La “Rapa das Bestas” es una tradición de siglos pasados que actualmente conjuga su espíritu y títulos originales con la proceso en cuanto al cuidado de los animales y del medio condición.

Así, es un gran atractivo turístico internacional por su singularidad, siendo la parte del curro, donde confrontan técnica y fuerza los luchadores y los caballos, la que despierta un longevo interés.

Este sábado fue la primera caminata de celebración, que inicia sus festejos dos días luego de que el Diario Oficial de Galicia publicase la incoación para declararla Aceptablemente de Interés Cultural.

¿Por qué A Rapa?

La Rapa comienza rememorando el vínculo atávico de los caballos con lo divino. Durante la “ofrenda de la alborada” se pide protección a San Lourenzo para los animales y las personas que participan en la fiesta.

A continuación se sube al monte en exploración de los caballos. Vecinos y visitantes colaboran en grupos reuniendo las manadas.

Estos preámbulos finalizaron este sábado, caminata en la que se conducen los animales a la lugar y se introducen en un gran cerco.

A rapa das bestas (rapadasbestas.gal)
A rapa das bestas (rapadasbestas.gal)

La parte más espectacular de la fiesta es el Curro, donde los “aloitadores” y caballos confrontan técnica y fuerza cuerpo a cuerpo, para inmovilizar al animal y cortarle las crines

Defensa de la tradición desde la política

En la “Rapa das Bestas” de este año ha participado el conselleiro de Civilización, Lingua e Xuventude, José López Campos.

Allí, ha explicado que el trámite iniciado aproximadamente de esta fiesta supone “preservar” una manifestación civilización que cuenta con un “valía singular y cuyos títulos son transmitidos de gestación en gestación”.

A Sabucedo incluso ha acudido la portavoz franquista del BNG, Ana Pontón, que ha calificado de “insuficiente” la propuesta auténtico de la Consellería “es de poca contundencia” y muestra un “interés pronto” por conservar y proteger los lugares donde tienen su hábitat los caballos de monte.

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