Vota en contra de iniciativas impulsadas por la alcaldesa María José Catal, que lo mantiene como “socio preferente”
Si en el Gobierno valenciano la relación entre PÁGINAS y voz Parece engrasado, en el Ayuntamiento de Valencia Los de Santiago Abascal mantienen un pulso frontal con la popular María José Catal. La alcaldesa, que sigue manteniendo distancias con Vox y negándoles la entrada en su equipo de gobierno, ya ha visto cómo los que había elevado a socios “preferentes” le están dejando claro que no le darán un cheque en blanco.
Vox aumenta así la presión sobre el PP de Valencia, que ha advertido de que no gobernar juntos tendrá consecuencias. La tensión entre ambos ha llegado a tal punto que el portavoz de Vox, Juanma Badenas, ha acusado al alcalde de “catalanista”. Una crítica nada inocente teniendo en cuenta que llega en plena ofensiva del Gobierno valenciano contra el llamado “pancatalanismo”.
Ahora, Vox no se limita a criticar al PP y ha decidido pasar a la acción, votando en contra de varias iniciativas importantes del partido popular. El último, la decisión de reconocer el interés público de Capitalidad Verde Europea de Valencia, con los beneficios fiscales que el PP adelantó ayer con los votos de PSOE y Compromisos. Sin el apoyo, por tanto, de Vox, que según los socialistas Sandra Gómez Es Catal “rehén”.
El enfrentamiento entre PP y Vox ya ha desembocado en un rifirrafe público durante el minuto de silencio convocado esta semana contra los últimos crímenes machistas. Se produjo tras la votación para recuperar el nombre bilingüe de Valencia, en la que Vox se encargó de obligar al PP a aceptar el nombre valenciano de Valencia y no Valencia. Es decir, aceptar el topónimo en un valenciano que no reconoce la normativa lingüística oficial. En el PP no cierran la puerta a un pacto de gobierno si la relación va cuesta arriba, pero la consigna de momento es “partido a partido”.