Tener lugar de la ventanilla, la póliza y el ‘vuelva usted mañana’ a ser una oficina digitalizada al cien por cien no es obvio ni de ocasión. Pero la Comunidad de Madrid pelea por conseguirlo y es la única región que cuenta con su propia Consejería de Digitalización. En su primer año de funcionamiento, ha desarrollado hasta cien procesos en los que utiliza la Inteligencia Químico. Y avanza en la simplificación de más de 1.500 trámites o en ampliar los servicios de la polímero sanitaria potencial.
La IA la aplican en el dominio que dirige el consiliario Miguel López-Valverde para todo tipo de acciones, aunque un 70 por ciento de ellas están relacionadas con la sanidad. Entre sus distintas aplicaciones, sirve para allanar el dictamen por imagen, priorizando las pruebas con malignidad detectada; puede utilizarse para predecir complicaciones, el impacto de determinados medicamentos o en un esquema piloto de detección de enfermedades raras infantiles en Atención Primaria; o permite plantearse qué tipo de dolencia ataca a una persona por los síntomas previos.
Un anisakis, por ejemplo, difícil de detectar pero «un maniquí de IA lo sacaría seguro como tercera o cuarta opción, por los síntomas», poniendo a los médicos sobre la pista, explicó el consiliario.
Pero más allá de lo inodoro, la IA resulta aplicable en otras áreas: en asuntos sociales, para llevar a cabo sobre una persona que va a ser dependiente facilitándole servicios que puede carecer, «un poco como hace Netflix, que nos ofrece cosas que creen que pueden gustarte en cojín a la información que tiene de ti», señala. O en Rectitud, donde el buscador 360 grados permite bucear de forma ágil y rápida en más de 37 millones de documentos y de 300.000 vídeos. O en Empleo, cruzando los currículos con las ofertas de trabajo. O en Medio Concurrencia, informando de los niveles y tipos de polen en el tonada.
En dirección a el pleno empleo
La digitalización puede admitir a la región al pleno empleo, aseguró López-Valverde. De hecho, hay 40.000 puestos sin cubrir en este campo actualmente porque no hay trabajadores cualificados. Para solucionar esto se ha puesto en marcha el plan de choque de empleo y el cátedra digital, que ofrece cursos online, presenciales o mixtos, y que quiere durar a 78.000 ciudadanos en 2025.
De momento, en su primer mes funcionando tiene ya 3.000 usuarios registrados. Y sus formadores se trasladarán a los ayuntamientos a allanar estos conocimientos a quienes estén interesados.
Este mismo mes se van a introducir nuevas funcionalidades en la Polímero Sanitaria Potencial, desde la que ya se pueden realizar 150 servicios diferentes. Se quiere además que, más allá de la Atención Primaria, incluya información hospitalaria. Y en breve se ocupará del seguimiento de las embarazadas y de los pacientes crónicos.
Ya llega a 3,2 millones de usuarios, pero el consiliario quiere que la utilicen 5,5 millones. Incluso los que tienen problemas de visión o son mayores, para los que se han incluido versiones más accesibles que ya manejan 400.000 personas.
Otra pata de la transformación digital que quiere la Comunidad de Madrid es la relacionada con los trámites que realizan ciudadanos y empresas con la oficina regional. Para ellos, se quiere que tengan la cartera de servicios a un clic. De momento, se trabaja en los más habituales, que son 1,6 millones al año.
Ya se han simplificado y digitalizado 1.450 trámites, y se van a incorporar sistemas de voz y asistentes conversacionales para que sea más obvio utilizarlos. De hecho, se está trabajando ya en ‘municipalizar’ estos avances, con un esquema piloto en este sentido en los ayuntamientos de Torrejón de Ardoz, Galapagar y Pozuelo de Alarcón.
Un 25% más de delitos
Para que todo esto sea, adicionalmente de eficaz, seguro, es preciso frenar los ciberdelitos, que han crecido un 25 por ciento el año pasado, llegando a los 80.000. El Gobierno regional invierte 23 millones de euros en ciberseguridad, tiene ya en marcha la agencia que se ocupa de ello y en perspectiva un equipo de respuesta en presencia de incidentes y un maniquí de simulación de ciberataques.
Madrid trabaja además activamente en la afección de proyectos de centros de datos. Un campo en el que ha protestado por las políticas de transporte de suministro eléctrico del Gobierno central, que consideran que pueden perjudicarles y asustar algunos proyectos millonarios.
De momento, «no ha habido impacto; trabajamos para que no exista», afirmó López-Valverde. El consiliario fomenta la relocalización de este tipo de proyectos: «Hay concentración de los mismos en torno a la A-1 y la A-2: en San Sebastián de los Reyes, Alcobendas, Tres Cantos…». La Comunidad de Madrid los quiere además en el sur, en Getafe y Fuenlabrada.