Una intervención en la que Sánchez siguió sus pautas habituales pero también entró en cuestiones concretas en el ámbito de la geopolítica.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Abrió su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas dando la Condolencias a Marruecos y Libia por, respectivamente, el terremoto y las inundaciones que han devastado ambos países y recordando que “el pasado 10 de septiembre, una joven española perdió la vida en la región de Bakhmut, en Ucrania”. Sánchez recordó así a la cooperante Emma Igual, a quien puso como “un ejemplo que debe llevarnos a una reflexión serena pero urgente sobre la “Necesitamos tomar partido frente a la injusticia”.
Fue el inicio de una intervención en la que Sánchez continuó tus pautas habituales, como la igualdad de género, la lucha contra el cambio climático y el multilateralismo “contra una ola extremista y reaccionaria que crece en todo el mundo” bajo el amparo de una estrategia basada en ofrecer “la promesa de un pasado mítico que nunca existió”. Pero el jefe del Gobierno en funciones también entró en cuestiones concretas en el ámbito de la geopolítica. En concreto, expresó su preocupación por “las graves implicaciones” de la reciente Golpe de Estado en Nger. Sánchez advirtió sobre la inestabilidad del sahel – la franja de países que se extiende a lo largo de todo el desierto del Sahara meridional, desde el Atlántico hasta el Mar Rojo – una región que, según afirmó, “acumula años de deterioro y corre el riesgo de convertirse en una cadena de Estados fallidos que pueden propagar la inestabilidad a regiones vecinas como el Golfo de Guinea, ya azotado por la amenaza terrorista.
La referencia de Sánchez al Sahel, una región cercana a España que atraviesa un colapso institucional ante la indiferencia de gran parte de Occidente, fue algo inusual en una Asamblea en la que la guerra de Ucrania ha sido el conflicto dominante. Sánchez también se refirió a ese conflicto, para insistir, como ya había hecho en su discurso ante el Consejo de Seguridad, en que “España está y estará al lado de Ucrania”. El presidente español en funciones reafirmó también su compromiso “con el necesario retorno a la senda democrática de Venezuela para devolver la esperanza a un futuro de oportunidades a su población”.