El Sergas permitirá dar bajas en los hospitales gallegos y espaciar las renovaciones

El Sergas tiene un plan para acotar la burocracia en la sanidad gallega y obtener tiempo para la atención a los usuarios liberando a los facultativos de los farragosos papeleos. La organización, centrada en simplificar los trámites más comunes y latosos, la detalló ayer en el Parlamento el conselleiro del ramo, Antonio Gómez Caamaño, en la que fue su primera comparecencia desde que tomó posesión del cargo el pasado mes de marzo dando el exención a Julio García Comesaña. En su intervención, el responsable de Sanidade dejó claro el hilo conductor de un maniquí que, adelantó, se estrenará «este mismo año» y que tendrá un impacto directo en la atención a cientos de miles de gallegos. La novedad más reseñable es que la concesión de la quebranto médica ya no dependerá en monopolio del médico de Atención Primaria como sucedía hasta ahora. En una postura por acelerar el trámite y resumir las consultas en los centros de lozanía, los servicios hospitalarios podrán conceder las incapacidades temporales (IT) de guisa «cibernética» tras una intervención, sin que el paciente las tenga que solicitar a su médico de almohadón. Con la atención puesta en que los facultativos dedican un 30 por ciento de su recorrido profesional a trámites administrativos, el Sergas ha optado por acotar al mayor estos esfuerzos para redirigir la atención al paciente. El ya falsificado como ‘plan antiburocracia’ se empezará a aplicar «en un 40 por ciento» este año, con el objetivo de que en 2026 estos trámites de carácter «funcionario» se reduzcan, apostó Caamaño, «a lo reducido imprescindible».

Entre los cambios que se proyectan, Sanidade asimismo postura por evitar que las personas que presumiblemente vayan a estar de quebranto por un tiempo prolongado -por causas como fracturas o enfermedades oncológicas- tengan que venir «cada poco» a renovarla a su centro de lozanía. Un paso delante en la gobierno de los tiempos, no solo de los propios sanitarios, sino asimismo de los pacientes. «No es inductivo que un paciente con un proceso quirúrgico programado tenga que ir a posteriori a solicitar la quebranto a su médico de comunidad» apeló al sentido global el conselleiro. El plan asimismo contempla, enumeró el responsable en la Cámara gallega, «potenciar» el papel del farmacéutico en Atención Primaria, «acelerar» con tecnología la elaboración de informes como los que sirven para solicitar la dependencia, y «mejorar la comunicación» con la Hospitalaria.

El cuerpo de las medidas diseñadas para relajar la carga burocrática de los médicos tienen como objetivo los centros médicos, primer punto de cita entre el ciudadano y los sanitarios, y filtro de la maduro parte de las dolencias. De ahí que se esté trabajando en un nuevo decreto para darle «maduro autonomía» a este primer nivel asistencial a través de medidas como, por ejemplo, el aumento del personal de Dispensario para que haya un profesional de esta categoría por cada médico. Igualmente se estudia poner en marcha posibles móviles para que determinados servicios -como podrían ser los de radiodiagnóstico- se desplacen a centros de lozanía «donde se detecten micción». En sintonía con esta idea, Caamaño anunció la elaboración de un plan cómodo de Atención Primaria para el ámbito rural, con «distinto atención» en la cronicidad de la población envejecida. El conselleiro asimismo confirmó que en el plazo «de un año» calma tener ya suficiente el nuevo plan de orden de posibles humanos, que ofrecerá «un atlas preciso» de los trabajadores disponibles en el presente y con una «proyección a futuro» que permitirá planificar a corto, medio y extenso plazo. Este mismo mes, ahondó, se constituirá un liga de trabajo para redactar un primer documento, con el objetivo final de elevar una propuesta a la mesa sectorial, para discutirla con los sindicatos.

En cuanto al ámbito constituyente y al radio que le compete, el nuevo responsable de la cartera sanitaria explicó que se trabaja ya en la elaboración de la futura ley de prevención de adicciones dirigida a los menores, para los que se prohibirán los vapeadores y las bebidas energéticas. La intención es que «este mismo año» el texto llegue al Parlamento, una vez la apruebe el Gobierno gallego, agendó. Al frente de un área que, por vez primera alcanza los 5.000 millones de euros de presupuesto, Caamaño reconoció el problema inmediato del debe de médicos -«generalizado en España y Europa»- y pidió un cable al Gobierno central para despabilarse soluciones de calado a la escasez de profesionales.