El alzhéimer condiciona la convivencia en 30.000 hogares de la provincia de Ourense



El La enfermedad de Alzheimer afecta actualmente a más de 30.000 ourensanos mayores de 60 años, según la estimación de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (Afaor). La entidad, que trabaja con pacientes de la provincia desde 1995, mira con preocupación el futuro. El envejecimiento de la población, principal factor de riesgo de la patología, pinta un panorama poco alentador. “Se sabe que la enfermedad es causada por la acumulación de dos proteínas que aparecen más a medida que aumenta la edad. Cuanto mayor eres, mayores son los síntomas”, explica Mayara Estevam, educadora social de Afaor.

Hoy, En el Día Mundial del Alzheimer, entidades sociales y sanitarias destacan la importancia de visibilizar el padecimiento y prevenirlo. La patología no sólo implica una pérdida de memoria, sino también un paulatino deterioro físico, emocional y cognitivo (por ejemplo, se altera la capacidad del lenguaje). “Es cierto que la gente sabe, más o menos, qué es el Alzheimer, pero el conocimiento es muy superficial. Es mucho más que perder la memoria, esta enfermedad afecta a todos los niveles de la vida de una persona. Dejas de ser autónomo y te vuelves totalmente dependiente con el paso de los años”, resume Estevam.

Tratamiento

A falta de una cura, Los pacientes reciben tratamiento farmacológico para combatir determinados síntomas, como la agitación o la dificultad para dormir. Por otro lado, las investigaciones realizadas en los últimos años han demostrado la eficacia de la estimulación cognitiva para combatir la progresión de la enfermedad. “Es muy importante mantener la calidad de vida de la persona, que las neuronas sigan haciendo conexiones, que los afectados sigan interactuando con otros, que sigan respondiendo, hablando, comiendo solos”, explica la educadora social.

Los avances logrados en materia de salud permiten realizar diagnósticos cada vez más tempranos. “Recibimos muchos pacientes que acaban de ser diagnosticados con Alzheimer y todavía se encuentran en las primeras etapas de la enfermedad”, Señala. Estevam da cuenta del sufrimiento, tanto de los enfermos como de sus familiares: “Al principio la gente tiene miedo de volverse loca de repente, por eso trabajamos la parte cognitiva sin olvidar la parte emocional, van de la mano”.

Los usuarios acuden a Afaor en busca de información, así como de apoyo. “Cuando la enfermedad ha avanzado tanto que la persona es muy poco autónoma, las familias vienen aquí para ayudarle, y también para tomar un respiro, la atención no es fácil”.

Estímulo

Afaor ofrece diversos programas de estimulación cognitiva, enfocados a mantener activos a los usuarios. “Lo primero que intentamos es que la persona quiera participar en las actividades, ya sean de atención, memoria, lenguaje o comunicación”, explica Estevam. Estas son las principales habilidades que se ven afectadas por la enfermedad, por lo que la formación es fundamental. El trabajador alerta del peso de la soledad en la progresión del Alzheimer, ya que cuanto mayor es el aislamiento social, mayor es el riesgo de apatía y desinterés: “Es clave que estén activos, por eso nos adaptamos a lo que es más significativo para nosotros”. a ellos.” , ya sea jugando a las cartas, bailando, leyendo…

Las investigaciones realizadas también han permitido descubrir herramientas para prevenir la enfermedad. “No existe una prevención absoluta, leer cinco libros al día o dormir ocho horas no elimina al 100% el riesgo de padecerlo”, reconoce Estevam. Aún así, mantener hábitos de vida saludables (como hacer ejercicio o mantener una dieta equilibrada), cubrir las necesidades de descanso o evitar el estrés reducen las posibilidades de enfermar.

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