La Policía Doméstico ha desarticulado una ordenamiento criminal dedicada, presuntamente, a la negociación de mujeres y a su explotación sexual en pisos donde eran prostituidas en Murcia y Benidorm.
Tal y como han difundido en un comunicado, las víctimas, mayoritariamente de origen colombiano, eran reclutadas con falsas ofertas de trabajo para ser modelos en España. Sin secuestro, acababan siendo explotadas sexualmente 24 horas al día, 7 días a la semana.
Siete personas han sido detenidas en Murcia y Benidorm, entre las que se encuentran los líderes de la ordenamiento, uno de ellos en prisión provisional.
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La investigación policial tuvo su origen en una llamamiento realizada al teléfono 091 de la Policía Doméstico que alertaba de la situación de una mujer que se encontraba recluida en un adoquinado de la ciudad de Murcia donde era obligada a prostituirse. Las numerosas pesquisas iniciadas a partir de ese momento, permitieron a los agentes detectar en la renta murciana la presencia de este categoría criminal especializado en la negociación de mujeres y en su explotación sexual.
Las víctimas se hallaban en situaciones de extrema vulnerabilidad, con situaciones personales y económicas muy comprometidas en su país de origen. Aprovechándose de eso, los explotadores captaban a las mujeres con falsas ofertas de empleo para trabajar como maniquí en España o, en otros casos, con propuestas para profesar la prostitución en condiciones muy ventajosas que finalmente no se cumplían.
La ordenamiento se encargaba de proporcionar a las mujeres todo lo necesario para recorrer hasta nuestro país, desde los billetes de avión hasta las instrucciones necesarias para realizar con éxito el cruce de la frontera.
Imagen de un coche patrulla de la Policía Doméstico en Murcia
Condiciones abusivas
Las mujeres debían estar disponibles las 24 horas del día todos los días de la semana y eran obligadas a consumir drogas y a realizar servicios sin usar preservativo. Adicionalmente, estaban sometidas a un férreo control a través de cámaras de video vigilancia y si deseaban salir a la calle, tenían que hacerlo acompañadas y con autorización previa de los explotadores.
A lo amplio de la investigación, los agentes además han podido constatar que el categoría criminal se dedicaba a la liquidación a sus clientes de diversas sustancias estupefacientes –cocaína, “tusi” y marihuana- así como de medicamentos para la disfunción eréctil.