el capitán Zúñiga exculpa a sus mandos y defiende el visto bueno al ejercicio


Dos de los principales investigados en el caso Cerro Muriano, el capitán Zúñiga y el teniente Tato, al mando de la compañía que cruzaba el estanque industrial del campo de maniobras cuando se produjo la homicidio de dos militares y la afección por hipotermia de algunos más, escasamente se desviaron de sus versiones en la causa a la hora de resolver ayer delante el sentenciador instructor.

Según las fuentes judiciales consultadas por torrevieja news today, el capitán Zúñiga, al que se le atribuye un supuesto delito contra la fuerza en el servicio, exculpó a sus superiores sobre las dudas existentes en la autorización del examen. Se manejo de los mandos que hoy van a prestar confesión por primera vez tras su imputación en el caso a cargo del sentenciador togado territorial con sede en Sevilla: dos coroneles, un teniente coronel y el comandante en principal de la Plana Decano en ese momento. El automóvil por el que fueron calificados como investigados les atribuye que «no hubo supervisión alguna de la medidas de seguridad necesarias».

Zúñiga destacó en su confesión el interés de esos mandos hasta el punto de aprobarle la petición de más monitores para el seguimiento de la maniobra del cruce del estanque. Hay que memorar que este capitán ya describió en un crónica que consta en el sumario cómo envió la planificación de la prueba de instrucción y aseveró en su momento que contaba con el asentimiento de esos superiores.

Letonia

Si proporcionadamente es cierto, como ya se ha publicado, que en aquellos días (la prueba se despliega del 18 al 21 de diciembre) se produjo un licenciatura al frente del Regimiento de la Reina 2, donde se integraba la compañía de este examen. Un punto que, a buen seguro, va a estar muy presente hoy en las declaraciones previstas.

Las mismas fuentes judiciales consultadas por torrevieja news today señalan que el capitán Zúñiga defendió delante el sentenciador la idoneidad de la actividad puesta en solfa, una «prática oportuna» por cuanto se trataba de un entrenamiento relacionado con la representación en Letonia de la Tropa ‘Guzmán el Bueno’ X, un país donde las bajas temperaturas son constantes. Esto es, las características de la prueba eran pertinentes, pero otra cosa es lo que luego sucedió ‘in situ’ a la hora de ponerla en ejercicio.

Otro de los aspectos que salió en el curso de la comparecencia de uno y otro investigados fue la cuerda, sobre la que se ha derivado incluso la imputación de otro mangonero que comparecerá el lunes. El capitán investigado argumentó ayer que la forma de colocar la cuerda -tres empalmes de 9 centímetros de volumen a una distancia de 110 metros sobre dos encinas y que acabó cediendo- venía descrito en un manual técnico marcial.

En las circunstancias que presenta la charca industrial, el responsable de la maniobra caldo a aseverar que no cabía otro lado para atar las cuerdas. Sobre las órdenes que dio al respecto y la forma de ejecutarlas, la comparecencia del mangonero ahora imputado resulta determinante.

Otros ejercicios anteriores

Por otro costado, ayer igualmente fue el turno de dos testigos aportados por una de las acusaciones para contar su experiencia en ejercicios similares sobre la charca del campo de maniobras. Se manejo de un teniente coronel, que compareció vía telemática desde una representación en el extranjero, y un capitán. Según estas fuentes judiciales consultadas por este boletín, el primero explicó que el paso de río lo hizo por la zona donde se hacía pie, con el agua por la cintura en todo caso y con ambulancia. La maniobra pernicioso fue en diciembre y las anteriores en otros periodos del año donde igualmente puede descender el nivel del agua.

Por su parte, el capitán que compareció como testimonio en el mismo sentido igualmente ratificó que en ejercicios anteriores había con medias de seguridad con ruta de vida. Durante la instrucción del caso y así consta en el sumario se han aportado datos de hasta cinco pruebas anteriores que emplearon el estanque de Cerro Muriano. En la del pasado 21 de diciembre se optó por cruzar a nadando la charca empleando las mochilas como fundamentos de flotación situadas por delante de cada uno de los soldados e instructores que iniciaron el cruce.

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