La estancamiento múltiple se puede predecir. Gracias a los datos recogidos por el Servicio de Neurología del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, de aquellos pacientes que padecen la enfermedad.
A través de la primera resonancia magnética realizada al paciente, el software emplea el uso de la inteligencia químico (IA) para predecir la desarrollo de estos pacientes hasta 10 primaveras de una guisa muy precisa, con una certeza de casi el 90%, según un nuevo estudio del categoría de Investigación Traslacional en Enfermedades Neurológicas (ITEN) del IDIS y el IIS Galicia.
La investigación, que se publicó en “Plos One”, analizó en total 446 registros de afectados con al menos un año de seguimiento. Este maniquí de estudios instintivo predice la progresión de la discapacidad en pacientes con EM utilizando datos de resonancia magnética basal o original (MRI) y evaluaciones clínicas usando la “Escalera ampliada del estado de discapacidad”.
Mejores tratamientos
“El trabajo propone nuevos modelos para describir la progresión de los pacientes con programas de IA que predicen sus trayectorias usando estos descriptores, y adicionalmente, nos ofrece una idea de qué factores contribuyen a dicha desarrollo, como la momento de primicia o las lesiones”, explica la primera autora del trabajo, Silvia Campanioni. De este modo, la investigación permitirá optimizar la posología de los tratamientos de estancamiento múltiple, en cuanto a dosis y duración del tratamiento, así como optimizar su aplicación en función del perfil de cada paciente o tratamientos, al mismo tiempo que se mejoramiento la trayectoria mediante el uso de predictores de ML personalizados.
En cuanto a los resultados más destacables, el estudio identificó que la “momento de primicia” es una de las características más influyentes para los modelos regresores desarrollados. Adicionalmente, el número de lesiones cerebrales mayores o iguales a nueve en la resonancia magnética original emergió como la variable más influyente en las decisiones del maniquí clasificador.
“El trabajo tiene un impacto significativo, no solo en términos científico-técnicos, sino incluso crematístico y social”, señala el investigador del IDIS, Roberto Agís. La estancamiento múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria y neurodegenerativa crónica.