El abogado y consultor Rafael Jiménez Asensio asegura que “en España no sobran funcionarios, pero están mal organizados”


“El problema no es cuantitativo, sino cualitativo”, afirma convencido. Jiménez Asensio, autor del libro ‘El legado de Galdós. Los mimbres de la política y su cuarto oscuro en España’. Este abogado y profesor universitario experto en el sector público señala precisamente a la política como el principal motivo por el que la Administración no funciona correctamente en nuestro país y que no se aplican los cambios que podrían hacer más eficaz todo el sistema.

En una entrevista realizada en el programa Espejo Público de torrevieja news today, Jiménez Asensio recuerda que el mayor intento de mejora del servicio público se produjo en 2007, cuando el ministro Jordi Sevilla impulsó la Estatuto Básico del Empleado Público. Una norma que, afirma el experto, apenas se ha cumplido en los 15 años que lleva aprobada.

Una de las grandes apuestas de aquella ley fue la Evaluación del desempeñouna valoración de los resultados obtenidos por los funcionarios con su correspondiente sistema de incentivos y sanciones que, según el autor del libro, apenas se ha visto reflejado salvo en algunas Administraciones de forma puntual.

“Es muy difícil”, afirma, “en una organización pública que colonizado por la política en su zona alta y en su zona media-alta, evaluar a los funcionarios, porque quienes tienen que evaluarlos son, precisamente, personas que no tienen evaluación.

El autor del libro critica también que no se haya llevado a cabo algo -en su opinión muy importante- como es la creación de un estructura de gestión profesional En las administraciones públicas, quitar ciertos niveles de responsabilidad del control político y ponerlos en manos de personas que demuestren mérito, capacidad y desarrollo profesional en el ámbito de la gestión.

Ninguna de las cuatro palancas de cambio se ha cumplido.

En resumen, considera que no se ha cumplido ninguna de las cuatro palancas de cambio -que son necesarias y que estaban incluidas en aquella ley-. Una crítica que se extiende a los tres niveles que tiene la Administración pública: el parte del estado (que apenas representa el 8% de todo el empleo público), la parte autonoma (que acumula el 60%) y el entidades locales (del que depende el 21% del total de empleados públicos en España).

Según el INE, entre los tres niveles, España suma tres millones y medio de empleados públicos. Rafael Jiménez Asensio sostiene que esta cifra no es superior a la que existe en otros países. De hecho, asegura, estamos en la zona media respecto al número de funcionarios que trabajan en las Administraciones de otros gobiernos. Incluso, añade, en algunos casos faltan funcionarios. Otra cosa es cómo desarrollan sus funciones.

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