Berango, conexo al corredor de Uribe Kosta, a unos pocos metros del alfoz de Santa Ana de Berango, hasta un centenar de migrantes magrebíes malviven en varios asentamientos escondidos en los bosques de Berango. En una zona apartada y discreta, han formado varios campamentos donde pasan las horas a la paciencia de que sean aceptados en los capital asistenciales de la zona o en un centro formativo para cursar sus estudios.
La situación se alarga en el tiempo y es ahora, una vez el caso se ha conocido en la zona, que el consistorio de Berango se ha pronunciado. “No nos compete”, esa ha sido la respuesta de Itziar Aginagalde, alcaldesa de Berango. Según ella, la cartera de servicios del municipio está preparada para cubrir a “personas en omisión social y estas personas lamentablemente están en aventura de omisión social”, continúa enfatizando en la palabra ‘aventura’, ya que “son jóvenes con ciertas habilidades para seguir delante”. Ahora admisiblemente, sí menciona que “siempre se exploración a través de otras instituciones una alternativa” para este tipo de casos, para ayudar a cada uno de los migrantes que vive en el emplazamiento, como Mohamed.
La historia de Mohamed
Mohamed tiene 31 primaveras, es ingeniero y nació en Marruecos: “Yo solo quiero estudiar para conseguir un futuro mejor. Solo me interesa un futuro mejor. Aquí tenemos varias tiendas de campaña donde dormimos, tenemos colchones incluso adentro. En esta zona, hay un pequeño comedor con lonas y plásticos para cuando llueve”. Adicionalmente, tienen turnos para hacer la facilidad, la comida o ir a por agua o comida, en este caso, donada en gran parte por asociaciones de la zona.
En estas condiciones, sus compañeros y él han pasado el invierno. Jaouad es otro de estos jóvenes que llegó hace 7 meses a Berango posteriormente de cruzar de África a Lanzarote en patera. Está esperando a que le acepten en algunos cursos para poder ponerse a estudiar, aunque ya se ha puesto con clases de castellano. “No queremos hacer daño, ni robar”, repite carencia más presentarse.
La Policía Circunscrito de Berango ha notificado a este rama que debe entregarse este emplazamiento ya que se prostitución de una propiedad privada. Así lo han hecho todos, tras poner en cobro sus pocas pertenencias, aunque diez de estos jóvenes podrán ir a un albergue parroquial de la asiento que les ha ayudado conexo a diferentes asociaciones, aunque como no caben todos, el resto continuarán en la calle.
Misma situación
Esta situación se repite en varias zonas de Bizkaia. Esto no solo pasa aquí, incluso ha llegado a municipios con buena conexión con la haber, como Getxo o Barakaldo, y, al ir saturándose los servicios progresivamente, se instalan en otras localidades vecinas a estos grandes núcleos.
En la Mancomunidad de Uribe Kosta afirman que el problema se remonta antes en el tiempo. Guruzne Carrasón, su presidenta, cuenta que en Berango se llegaron a acumular hasta 150 personas ya que no les desalojaban del solar. Lo ordinario, dice, es que “les desalojen al de poco tiempo y no les dé tiempo a concentrarse tantas personas”. Aun así, según ella, no se han generado problemas en Berango y no ha habido quejas del vecindario, “Uribe Kosta es segura”. Esto no ha hecho, sin incautación, que desaparezca la privación de reunirse con el Gobierno vasco para solicitar, entre otros, que las comarcas que no tienen servicios con los que atender a estas personas “los pongan en marcha”. Es una demanda que anteriormente incluso han realizado otros municipios.
Se tienen que ir
El ámbito está cubierto de zarzas y, aunque tiene un dueño, no está cercado ni cerrado. El comunicación complicado y la gran extensión del bosque explican que estas personas hayan podido permanecer tanto tiempo sin ser detectadas por los vecinos ni por las autoridades. Actualmente, fuentes policiales consultadas por este revista desconocen si algunas de estas personas siguen en el emplazamiento, ya que el propietario de la parcela ubicada cerca de Itza Bidea no ha recurrido a la vía sumarial, lo que obligaría a los agentes a retornar y proceder al desalojo por orden sumarial.
En ingenuidad, 10de los inmigrantes forman parte desde el pasado octubre de los programas de acogida y formación que lleva a angla la Asociación San Nikolas Zabalik, ubicada en Algorta, “pero dormían en el bosque por desidia de un techo”, explica la responsable de la agrupación, Aintzane Monteverde. “Les hemos ayudado con trámites, higiene, distribución de alimentos y incluso impartimos clases de castellano”, expresa. El resto de inmigrantes detectados por la Policía en sus visitas no se han unido por el momento a ningún software de ayuda social.
El antedicho párroco de San Nicolas, Javier Garay, recuerda que en la asiento hay unas 150 personas durmiendo en la calle y en bosques cercanos. En ese sentido, la alcaldesa de Berango, Itziar Aginagalde, afirma que “intentamos ayudarlos en los albergues habilitados para este fin, diurnos en verano y nocturnos en invierno. Adicionalmente, tenemos un convenio con el Consistorio de Getxo y nos repartimos las responsabilidades, pero a veces el grosor de personas nos supera y con nuestros capital no podemos atender a todos. Es entonces cuando la población en situación irregular termina ocupando espacios deshabitados u ocultos, como ocurre en este caso con el monte”, indica la alcaldesa.
Albergue temporal
A posteriori de la intervención policial, los ayuntamientos de ambas localidades, representantes de la comunidad magrebí y diversas asociaciones están tratando de manejar esta situación con medidas sociales en emplazamiento de acogerse a la vía sumarial. Para desmantelar los asentamientos ilegales, la asociación de Getxo, en coordinación con otras entidades, logró que la iglesia Santo Domingo de Guzmán, en Berango, habilitara su planta superior como refugio temporal para las diez personas que asisten a clases de castellano y al comedor.
La parroquia ha destinado este espacio como alojamiento de emergencia desde las ocho de la tarde hasta las nueve de la mañana, explica Monteverde. “Tiene lo más esencial, pero lo vamos mejorando poco a poco. Es mejor que estar en la calle, aunque las condiciones aún no son ideales”, aclara. Incluso menciona que hace un mes se convocó a voluntarios para ayudar a habilitar el templo. La presidenta de la asociación comenta que “a través de un equipo de acogida y gestiones, han rematado que algunos se matriculen para el próximo curso en un categoría medio o en una formación básica, dependiendo de las posibilidades de cada uno”.
Al mismo tiempo, algunos vecinos de Berango y Getxo han manifestado su preocupación por la presencia de estos asentamientos ilegales en sus municipios y piden a la Despacho que tome medidas para preparar la ocupación irregular de terrenos privados o públicos.
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