Agentes de la Policía Franquista han detenido en Alicante a nueve personas naturales de España y Marruecos como presuntos autores de varios delitos de estafa y pertenencia a rama criminal. Eran los integrantes de una estructura criminal que operaba en la ciudad de Alicante, «engañando a víctimas, en su mayoría adolescentes, a las cuales les formalizaban prestamos a su nombre». Llegaron a estafar un montante que rondaría los 15.000 euros.
Según informa la Policía Franquista, la investigación comenzó cuando una primera víctima se presentó en dependencias policiales a interponer una denuncia por estafa. Manifestó que había sido engañada por varios conocidos, los cuales la pusieron en contacto con terceras personas, que le ofrecían un cuartos por entregar el DNI para comprar una videoconsola.
La Policía Franquista comenzó con las primeras pesquisas pudiendo descubrir otros hechos que compartían similitudes en el modus operandi. Se localizaron merienda víctimas más que habían sufrido estafas de forma similar, observando que muchos de ellos tenían un denominador popular, las víctimas eran adolescentes y jóvenes de entre 18 y 23 primaveras de permanencia.
Las primeras diligencias apuntaban a nueve sospechosos que se habían organizado para cometer estos ilícitos. Se trataba de «una estructura correctamente estructurada donde existía un cabecilla y su persona de confianza, su pareja». Estos dos ideaban los modus operandi. De acuerdo con la información suministrada por la Policía Franquista, «asimismo existía una red de varias personas que se dedicaban a la captación de victimas, las cuales tenían que reunir unos requisitos específicos». La captación era practicada a través de redes sociales, amigos, el boca a boca, e incluso mediante llamadas telefónicas.
Otros integrantes acompañaban a los estafados a realizar las gestiones que fueran presenciales, aportándoles información y los pasos fraudulentos que tenía que ir haciendo. Por final asimismo existía una persona que recibía el material fruto de los delitos, el cual los ponía «en marcha» en el mercado ilícito.
Esta estructura criminal tenía varias formas de trabajar. La Policía Franquista pudo detectar tres tipos de modalidades estratégicas con pequeñas diferencias con las que conseguían engañar a sus víctimas para cometer los delitos. Aprovechaban la corta permanencia de estas, buscando a aquellas que no tenían conocimientos básicos en cuanto a posesiones, pocos fortuna económicos, o bajo nivel intelectual, para así prometerles una cantidad de cuartos por una administración mínima con su documentación.
En la primera modalidad, conseguían financiar productos de electrónica en establecimientos, videoconsolas y teléfonos móviles, a nombre de las víctimas, empleando para ello su propio DNI, y entregándole a cambio una pequeña cantidad económica. Los convencían mediante astucia y aprovechándose de su ignorancia, diciéndoles que por «solo» entregar el DNI para hacer la transacción de una videoconsola iban a conseguir 50 euros.
Los estafadores pagaban la primera cuota de la financiación, dejando irresoluto el resto de cuotas para que así la financiera reclamase la deuda a la persona que aportó el documento identificativo. De inmediato, los estafadores recibían el material financiado poniéndolos en circulación en el mercado ilícito.
En una segunda modalidad, solicitaban a través del teléfono móvil, un microcrédito empleando para ello el DNI de las víctimas inmediato con su cuenta bancaría. Los afectados habían sido engañados previamente para entregar sus datos y realizar la transacción. En escasos minutos estos recibían en sus cuentas el valor de 300 euros, de los cuales tenían que transferir 250 euros a otra cuenta desconocida, quedándose el resto como modo de cuota por la administración. Cuando las cuotas de los préstamos no eran satisfechas, la financiera exigía responsabilidades a los titulares de los DNI.
En la última modalidad, éste rama criminal obtenía cuentas online haciendo uso de las documentaciones adquiridas mediante disimulo, y previo cuota a las víctimas de una pequeña cantidad de cuartos. Además adquirían todas las claves y contraseñas necesarias para poder proceder con estas cuentas. Una vez adquiridas, tomaban el control completo de ellas, y eran asimismo usadas para cometer ilícitos responsabilizando a los titulares de las mismas.
La Policía Franquista localizo a los integrantes de este rama en la villa de Alicante siendo detenidos inmediatamente. Uno de ellos era pequeño de permanencia, por lo que se aplicó el procedimiento concorde a su permanencia, informando a Fiscalía de Menores sobre todo lo acontecido.
A otros dos se les localizó en las prisiones de Fontcalent y Villena, ya que «habían acumulado suficientes hechos ilícitos en su carrera delictiva como para tener que cumplir condena en estos centros».
Gracias a la investigación llevada a límite por los agentes de la Policía Franquista se ha conseguido «anular un rama criminal que iba en auge dedicado a las estafas, llegando a esclarecer un total de doce hechos delictivos».
Los detenidos, seis varones y tres mujeres de edades comprendidas entre 16 y 52 primaveras, eran de España y Marruecos, y algunos de ellos tenían informes por diferentes hechos delictivos. De las diligencias tiene conocimiento el Judicatura de Instrucción de Defensa de Alicante.