David Palomo se corona en el Mundial de Highline a más de 2.000 metros de altitud

Sus habilidades en el céfiro son admirables. Por eso, David Palomo no ha dejado escapar la oportunidad de hacerse con el primer puesto en la disciplina de Freestyle Highline, una competición que consiste en realizar acrobacias sobre la cuerda.

Varios saltos sobre el malogrado que son evaluados por un cuerpo encargado de osar el campeón final: “Cuando estoy en tierra no me salen las acrobacias, pero cuando me subo a la cuerda puedo hacer unas locuras increíbles”, cuenta el campeón gachupin.

Las acrobacias y la cuerda son esenciales en su vida. Y es que David entrena todos los días y quiere seguir sumando victorias. La cadeneta mide unos 110 metros y se encuentra a una importancia de 20 metros del suelo. Nadie se lo ha querido perder y se han sumado a la competición 43 atletas de todo el mundo: “Mis oponentes son increíbles, me han empujado a ser mucho mejor y gracias a ellos he llegado hasta aquí”, afirma el campeón.

“Encima de la cuerda es cuando más relajado estoy”

La volatín que él mismo ha creado, denominada ‘Gorilla’, es la que le ha permitido vigorizar el trofeo y sumar así un título más a su trayectoria deportiva: “El truco se flama ‘Gorilla’, lo inventé yo y tardé más de un año en hacerlo”, dice el deportista.

David Palomo se enfrentaba al actual campeón de la modalidad de Freestyle, David Hermes. El estadounidense no se lo puso mínimo claro en una de las pruebas más extremas del slackline. De hecho, si no fuera porque llevan una cadeneta de vida, esta competición no sería posible. Sin incautación, por mucho consistencia y habilidades que tengan, las caídas y los sustos están al orden del día.

A pesar de convertirse en un gran profesional de este deporte por todos sus méritos, no sería mínimo ni hubiese llegado hasta aquí sin el apoyo de su tribu, que le acompaña en el día a día: “Soy muy afortunado de tener a mi tribu y sobre todo a mi novia, Sara ha sido un apoyo increíble”, explica el campeón.