Gonzalo Sánchez, Lalo, de Ecovigilantes de Franciscanas de Ourense se propuso este verano un duelo carencia liviana: poner en cobro las colillas encontradas a su paso durante 21 días seguidos, en zonas concretas del margen en la Mariña lucense, en el entorno de Burela, San Cibrao y Foz. La campaña se bautizó como “El mar empieza aquí” y negociación de concienciar de un problema mundial: las colillas, no sólo como pájaro perjudicial para la vigor, sino como pájaro contaminante.
Gonzalo utilizó el sistema nórdico del “plogging”, hacer deporte físico y afanar al mismo tiempo.
Durante los 21 días del duelo, ha retirado de la circulación 28 botellas de medio litro y 21 botellas de litro y medio llenas de las colillas recogidas.