Su apuesta por la “recuperación del patrimonio teatral español medieval, renacentista y prebarroco” para acercarlo “al gran público” y su “excelente labor investigadora y docente” le han valido a la directora Ana Zamora, creadora de la compañía Nao d’ amores el Premio Nacional de Teatro. Horas después de recibir la llamada del ministro Miquel Iceta confiesa estar “extremadamente ilusionada” y “sorprendida” pese a reconocer que su nombre y el de la empresa llevan mucho tiempo en pugna por un premio que cree que le habría dejado igual mas excitado. su querido Alicia Lázaroquien fue director musical y también fundador de la compañía, fallecida hace un año.
¿Cómo se recibe un premio de estas características?
Primero, con absoluta sorpresa. Sé que habíamos estado – hablo en plural porque el premio lleva mi nombre pero evidentemente se está reconociendo la trayectoria de Nao d’Amores – sobre la mesa en bastantes ocasiones y ha llegado. Aún así, máxima emoción y alegría a raudales.
El fallo del jurado reconoce su labor en la recuperación del patrimonio teatral español medieval, renacentista y prebarroco. ¿Por qué este esfuerzo?
No se ha tratado tanto de hacer el trabajo heroico de ser los recuperadores. Simplemente empezamos y seguimos tirando del hilo, y es un repertorio tan rico y complejo que llevamos más de 20 años buscando la manera de poder contarlo, compartirlo, traerlo a nuestro presente y devolverle su dramatismo. fuerza. Tuvimos que trabajar, entender este material y una cosa nos llevó a la otra, y ahí seguimos.
¿Qué crees que está aportando Nao d’Amores al panorama nacional?
Sobre todo, la normalización de un repertorio que, si bien se sabía que era material literario de primer nivel, no se confiaba en que fuera puro teatro. A partir de los espectáculos que hemos ido realizando a lo largo de los años, del trabajo de investigación y de compartir con el público y con otros ámbitos de la cultura relacionados con el teatro: -filólogos, historiadores del arte, especialistas en liturgia…-, hemos ido construyendo una nueva alcance del panorama actual.
«Una obra seria sobre verso de época no se puede entender sin el otro universo acústico que tiene en sus orígenes, y la música es un lenguaje lleno de emoción que sustenta la acción teatral. “Este premio no se entiende sin el trabajo de Alicia Lázaro.”
La música tiene una extraordinaria importancia en sus producciones. Almagro fue el escenario del lanzamiento del disco que dedicaron a Alicia Lázaro. ¿No se pueden entender la música y el verso uno sin el otro?
Absolutamente. Desde el momento en que trabajamos en armoniosa armonía con lo que emana de los textos y con el asentamiento en la antigüedad, la música fue fundamental. Primero entender este teatro, y luego una vez entendido, una manera ideal de transmitirlo y muy acorde con lo que hacíamos. Una obra seria sobre verso de época no puede entenderse sin el otro universo acústico que tiene en sus orígenes, y la música es un lenguaje lleno de emoción que sustenta la acción teatral. Creo que Alicia habría estado aún más entusiasmada con este premio que yo. Contar con un profesional que supiera hacer de la música escénica algo normal, asequible y cercano a la gente del teatro fue clave. Este premio no se puede entender sin su trabajo.
La empresa celebró en 2021 su 20º aniversario. ¿Alguna vez pensó en llegar tan lejos con Nao d’Amores?
¿Cómo es realmente llegar tan lejos? Si llegar lejos significa seguir trabajando duro a diario y haciendo shows después de 22 años, entonces sí. Es lo que tengo. Uno tiene que encontrar un trabajo en la vida que pueda aportar algo a la sociedad y lo que sé hacer es teatro. Sí, es un poco duro muchas veces poder vivir de esto y vivir bien después de tanto tiempo, ese era el objetivo. No se trataba de llegar lejos ni cerca, sino de tener continuidad, y la recompensa por el trabajo por encima de todo tiene sentido.
Ha seguido trabajando desde su Segovia natal. De hecho, le gusta comparar sus montajes con los vecinos del vecino municipio de Revenga. ¿Porque?
Porque hasta ahora hemos estado acompañados, protegidos y apoyados por una ciudad que nos ha entendido muy bien, como nosotros. Hemos tenido muchas instalaciones, un convenio de residencia que nos ayudó a hacer este trabajo. Ahora ya veremos. La realidad cambia día a día y habrá que ver hacia dónde va todo.
«Nuestro próximo proyecto es ‘El Castillo de Lindabridis’, de Calderón de la Barca, una coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico»
La sentencia destaca también su excelente labor investigadora y docente… ¿No lo concibe de otra manera?
Lo que no entiendo es cómo todo el mundo en el universo no lo hace cuando es la parte más divertida de una producción teatral. Ese acercamiento a las fuentes, ese poder de comprender, casi toca el pasado para convertirlo en aquello que sigue teniendo que ver con nosotros mismos. Para muchos es una maldición; Para nosotros la investigación es lo que legitima todo lo que hacemos después en el escenario.
Lleva toda su vida trabajando por y para el teatro. ¿En qué estado lo ves actualmente?
El año pasado he estado un poco alejado de la realidad porque fue un año complicado para nosotros. Había que ordenar los archivos de Alicia Lázaro, había que grabar ese disco que teníamos pendiente… Lo he hecho como un ejercicio de depuración de ver muy poco teatro y distanciarme de la realidad teatral. Este año empiezo la temporada mucho más cerca. El año que viene podré contaros cómo es la situación. Vengo de una época de trabajar más en lo nuestro que fijarnos en lo que hacen los demás.
¿En qué nuevo proyecto se embarca ahora Nao d’Amores?
Estamos de gira con los espectáculos de repertorio y preparando el estreno que haremos en enero de este año en coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que es ‘El Castillo de Lindabridis’, de Calderón de la Barca.
¿Será tu primera experiencia con un autor barroco?
Sí, parece que escapa a nuestro ámbito de especialización y, sin embargo, tiene mucho que ver con lo que hacemos, ya que se trata de una obra que Calderón escribe para la corte de Felipe IV, inspirada en una novela de caballería renacentista que refleja una mundo medieval, entonces digamos que es un acercamiento apasionante poder llegar al Barroco a través de cómo Calderón ve la Edad Media y el Renacimiento, que es nuestro propio espacio de trabajo.