El abogado de Marian Toader, una joven rumana que está siendo juzgada por el asesinato de José María Sánchez Galán en San Pablo de los Montes la noche del 4 de octubre de 2020, comenzó con fuerza este jueves sus conclusiones finales, antes de que el jurado popular deliberara a partir de mañana. Atacó a los agentes que investigaban este crimen, en el que Chema recibió numerosos golpes, varios en la cabeza. “La labor de instrucción de la Guardia Civil me parece total y absolutamente chapucera”, afirmó el letrado, quien añadió que “los tres acusados eran culpables antes de que se produjera el crimen”.
Fue la antesala de su intervención antes de hablar de las tres huellas de Marian alrededor del cuerpo, “a una altura extraña” y que acorralan al acusado como presunto asesino. El abogado dijo que no entendía qué hacían allí, “me estaba volviendo loco”, y por eso insistió ayer a su cliente en recordar por qué podían estar en la escena del crimen. Y Marian encontró la respuesta esta mañana, según la conversación revelada por su abogado. Tal vez fuese porque su cliente iba allí todas las mañanas, “o cuando fuera”, se agachaba y “se ponía a jugar con el perrito del difunto”. “Ahora sí”, asintió el abogado moviendo la cabeza, como si entendiera qué hacían aquellas huellas en el pasillo junto al cuerpo sin vida de Chema, mientras el fiscal del caso, Justo Gallardo, le cubría el rostro con las manos. a un metro de él.
También se centró en un “detalle muy importante que ha quedado olvidado” por las acusaciones: «Mi cliente no fue a San Pablo de los Montes. Lo que pasa es que San Pablo de los Montes es el camino más corto, paso obligado, para ir a Retuerta del Bullaque», Ciudad Real localidad donde residían. “Fueron allí a comprar porque pasaban por allí, no a cometer ningún delito”.
Asimismo, preguntó a los miembros del jurado si creían que una persona rumana sin arraigo en España no habría huido y eludido la acción de la Justicia si fuera culpable de un delito. “No lo hizo porque no ha cometido ningún delito”. zanjó el abogado, quien recordó que su cliente y los otros dos acusados como cómplices, Jesús Moreno Delgado, alias ‘el Mosca’, y Alberto Jiménez Sánchez-Élez, fueron detenidos 50 días después del homicidio.
Preguntó qué pasó con dos personas que salieron a la luz durante el juicio, “y de las que no se sabía nada”, además de censurar el supuesto cambio de versión de dos testigos y el hecho de que dos personas cuyos restos aparecen no fueran investigadas. orgánico en la casa. Con otras pinceladas intentó socavar la investigación de los agentes de homicidios de la Guardia Civil de Toledo. “Ya estaba predefinido que ellos eran los culpables”, concluyó el abogado, quien en varios momentos habló como si fuera representante de los otros dos imputados porque, explicó, había sido abogado de todos ellos.