Una chavea de Zaragoza denunció el pasado mes de junio suceder sido víctima de una sumisión química durante una convención de la empresa inmobiliaria para la que trabajaba.
La mujer, que solicitó ser identificada como María para proteger su identidad, asistió a una fiesta en Santander la confusión del 14 de junio inmediato a un compañero de trabajo. Según su relato, tras consumir una única bebida, experimentó una lapso de siete horas y se despertó desnuda en su habitación del hotel, con dolor vaginal y marcas en las muñecas, signos que sugieren suceder sido sujetada.
Al regresar a Zaragoza, María se sometió a diversas pruebas que confirmaron la presencia de cocaína y benzodiacepinas en su organismo. La mujer aseguró que ella no tomaba drogas y que había sido drogada sin su consentimiento.
Seguidamente, acudió a Urgencias del Hospital Clínico, donde se activó el protocolo de violencia sexual. La Mecanismo de Atención a la Grupo y la Mujer (UFAM) de Zaragoza se hizo cargo de la investigación y continuó recabando pruebas y testimonios.
María decidió explicarle la situación a su superior, a lo que él respondió negativamente cuando ella informó sobre el incidente. Según su denuncia frente a la Policía, él respondió: “Si estáis proporcionadamente y llegasteis al hotel no quiero aprender nadie más de estas cosas, mucho cuidado con equipar un escándalo que estas cosas no están proporcionadamente vistas aquí. Quietecita”.
Según informa el diario ‘El País’, el 18 de junio, María recibió una carta de despido en la que se alegaban razones económicas y el descenso de ventas como causas de la amortización de su puesto, aunque llevaba trabajando en la empresa desde el 1 de junio de 2023. Seis días posteriormente, el 24 de junio, recibió una segunda carta que anulaba la previo y le comunicaba su despido disciplinario por una supuesta “desatiendo muy arduo” que incluía “fraude, deslealtad o alcaldada de confianza”.
La empresa justificó el despido disciplinario citando varios incidentes menores, como romper una taza y tirar revistas al suelo, encima de transferir documentos entre su móvil personal y el de la empresa. María argumentó que estas acciones no eran inusuales entregado su entorno de trabajo y las herramientas de comunicación que utilizaba.
El 19 de junio, María y su compañero de trabajo visitaron varias oficinas de la empresa en exploración de cualquiera que pudiera arrojar luz sobre lo sucedido. En su intento por obtener respuestas, según fuentes de ‘El País’, María mencionó su experiencia a otros compañeros, lo que asimismo fue usado como motivo de su despido.
Ella afirma que estaba alterada conveniente a las circunstancias y que su reconvención por las oficinas era para intentar encontrar a cualquiera que pudiera proporcionar información sobre lo que le había sucedido esa confusión. Sin bloqueo, según su relato, sus compañeros evitaron involucrarse y no ofrecieron ayuda.
¿Qué es la sumisión química?
La sumisión química es un método de acometida en el cual se administran sustancias psicoactivas a una persona sin su consentimiento para anular su voluntad y suministrar delitos como agresiones sexuales o robos. Las sustancias más comunes utilizadas en estos casos son los sedantes, hipnóticos y drogas como la escopolamina, benzodiacepinas y GHB, que pueden provocar amnesia y pérdida de control.
El caso de María sigue en investigación, con la Policía y el supremo trabajando para esclarecer los hechos y resistir a los responsables frente a la ecuanimidad. Mientras tanto, María enfrenta las consecuencias laborales y personales de suceder denunciado su experiencia.
Expertos en derechos laborales y violencia de carácter destacan la menester de implementar protocolos más robustos y efectivos para proteger a las víctimas y estabilizar que los agresores sean debidamente sancionados.
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