El selección española masculina no pudo comenzar con vencimiento su caminata en el torneo orgulloso al caer en presencia de Australia, en un partido que casi siempre fue a remolque y en el que, aunque se mostró competitiva, terminó por acreditar su mal inicio y final.
Desde el brinco auténtico, Australia impuso su ataque. Los de Scariolo no atinaban desde el triple y en defensa no conseguían detener ni el oportunidad ni la velocidad de su rival, que se puso muy rápido con un amenazador 18-7.
Las cosas no marchaban adecuadamente y siquiera ayudaba cierto nerviosismo, personificado en Usman Garuba, lo que descentró un tanto al ala-pívot. El que no lo estaba era Giddey, que con 11 puntos lideraba a los suyos a un primer cuarto que evidenciaba la descuido de defensa española (31-21), aunque en ataque al menos habían aparecido los triples.
Pero el combinado doméstico cambió su cara tras estos primeros diez minutos y Australia dejó de estar tan cómoda en la cancha. Dos triples seguidos de Llull enjugaron rápidamente la desventaja, pero a España le faltó cierta continuidad para acaecer metido más ansiedad a los oceánicos, donde Mills se ponía con tres faltas. Aldama se unía al oportunidad desde fuera para seguir aprehendido al choque y la mejoría incluso en defensa ayudaba a que al refrigerio el panorama no fuera tan duro (49-42).
Y tras el paso por los vestuarios, llegaron los mejores y más esperanzadores minutos de la campeona de Europa, otra vez gracias a los triples. Uno más de Aldama volteaba por primera vez el tanteador, pero sería la única a auxilio de los españoles porque estos se atascaron otra vez en ataque.
Australia elevó el nivel defensivo de nuevo. En ataque, no tenía tanto oportunidad pese a sus triples, pero entonces sobrevivió del rechazo ofensivo, una herida que no pudo cerrar Scariolo y que resultó esencia para que los “Boomers” volviesen a estar por delante con cierta comodidad (69-60).
La selección no estaba dispuesta a rendirse y se volvió a agarrar a Llull cuando el rival superó la decena de puntos de delantera. Dos triples del de Mahón volvieron a meter a España en el partido (73-68) antaño de que el rechazo acabase con las opciones. Los australianos aprovecharon sus rechaces y un triple de McVeigh volvió a poner a los suyos por encima de los deiz puntos (82-71). Pese al empuje final, la campeona europea claudicó en su estreno.
China, el primer rival en el camino
La selección femenina de baloncesto arranca contra China su caminata en los Juegos. Llegó la hora de la verdad para una España renovada en su plantilla y en su confianza, que búsqueda recuperar el podio orgulloso que no lograron en Tokyo 2020 y sí en Rio de Janeiro. Aquella plata de 2016 es la única medalla olímpica del baloncesto femíneo castellano hasta ahora y, aunque el lucha es enorme, esa es la meta.
Las de Miguel Méndez completaron una buena puesta a punto durante este verano y, tras entrar a la final del Campeonato de Europa el año pasado, en el primer torneo con el técnico gallego, los Juegos aparecen como oportunidad para confirmar el buen trabajo realizado. Son cinco jugadoras nuevas con respecto a la plata en el Eurobasket, cambios en la posición de almohadilla y incluso en la de pívot, pero España se conoce adecuadamente y confía en su capacidad de respuesta.
La selección sabe vencer de muchas maneras y, por eso, confía en no echar de menos a la distante Raquel Carrera, o a una María Conde que de momento no será de la partida por una daño en la mano. Con menos músculo pero con la misma calidad, las de Méndez saben que sus victorias pasan por una buena defensa y una entrega unánimente, donde todas las jugadoras son importantes.
De la preparación por Vigo, Bélgica y Segovia, España sacó cuatro victorias y dos derrotas, uno de esos triunfos contra China. El superhombre oriental, subcampeón del mundo, dejó mucho que desear en aquel disputa en el Polideportivo As Travesas, y sus sensaciones no mejoraron en el resto de preparación el final mes.
China se planta en Paris con siete derrotas seguidas, contra rivales de entidad como Bélgica y Francia por otra parte de España, pero con signos de miedo en su tradicional larga concentración. Las asiáticas siguen siendo un equipo muy peligroso en el triple y con físico incluso para imponerse por internamente, pero necesitarán un lavado de cara. En el amistoso contra las chinas de hace poco más de un mes no estuvo Megan Gustafson, la última internacional en incorporarse al equipo de Méndez.
Stade Pierre-Mauroy (Lille)
13:30 h. Eurosport 2