¿El penúltimo coreografía entre Nadal y Djokovic? El clásico por excelencia en los tiempos recientes de la historia del tenis, con dos de los gigantes del conocido como ‘big three’, se reedita en los Juegos Olímpicos de París 2024 con la pista Philippe Chatrier de Roland Garros como marco.
No hay un motivo más entregado al balear que el perímetro parisino entregado cada vez que salta a la pista a una y otra puesta en suceso. Se resiste el seguidor francés al adiós que le llega poco a poco al vencedor catorce veces allí y por eso le acoge con un fervor sin precedentes.
Fue evidente tanto en el dobles que jugó con Carlos Alcaraz como en el individual contra el húngaro Marton Fucsovics, el estreno en el cuadro individual. Hubo un momento en el que Nadal se tambaleó y la sombra de despedida de París planeó por la cancha principal de Roland Garros.
Atravesó el partido, sobrevivió y avanzó en el cuadro para enfrentarse a Novak Djokovic, que esperaba desde el sábado, cuando sacó con comodidad su puesta en marcha frente el australiano Matthew Ebden.
Djokovic le retó
“Yo ya he cumplido mi parte. Ahora le toca a él cumplir la suya”, le retó un Djokovic que aguardaba la progresión del gachupin para un nuevo cara a cara en una pista.
Es un clásico el choque entre Nadal y Djokovic. Será el duelo sesenta entre entreambos. El primero en más de dos primaveras, desde que se enfrentaron en la semifinal de Roland Garros del 2022, el postrer que conquistó el rey de la arcilla en Francia, el vencedor de catorce títulos en París. El serbio, segundo ludópata del mundo, ha manada treinta partidos. Veintinueve han ido para Nadal. Si el gachupin se impone el lunes, en el postrer turno de la sesión matinal, los cara a cara estarán igualados.
Sin secuestro, ahora parece un duelo desigual. Djokovic, aunque no ha conseguido título alguno en el 2024, ha recuperado el pulso competitivo y está en París para conquistar el único objetivo que le queda, el oro desconsiderado. Está con afán en París el tenista de Belgrado, de 37 primaveras, que aplazamiento con ganas a Nadal.
Para el balear es otra cosa. Lleva otro ritmo. Tan pronto como ha jugado partidos y trnasita por el presente año, presumiblemente el de su adiós, con condición de acumular partidos, minutos de cancha, momentos de encaje. Es una cuestión de sensaciones la del balear que afronta la cita con precaución y con un evidente perfil bajo.
“Djokovic viene de la final de Wimbledon y yo he jugado muy poco. Quisiera estar en una situación poco mejor pero es lo que hay”
“Djokovic viene de la final de Wimbledon y yo he jugado muy poco. Quisiera estar en una situación poco mejor pero es lo que hay”, indicó Rafael Nadal.
El gachupin, en Roland Garros, ha manada ocho de los diez encuentros que ha disputado con Djokovic para el que el partido de París 2024 es poco más. “Si me llega la inspiración que me pille trabajando”, dijo el balear tras ingresar con más apuros de los esperados al húngaro Marton Fucsovics.
“He jugado uno de mis mejores sets de lo que va de temporada pero no ha tenido prolongación, no he sido capaz de surtir el nivel”, asumió Nadal que intentará “disfrutar de la cita con Djokovic que podía haberme llegado en un momento poco mejor”.
Nadal tuvo dudas en afrontar el torneo individual de París 2024. Tras el dobles con Alcaraz dejó en el ventarrón la posibilidad de juguetear singles a causa de unas molestias en el muslo derecho. Aún así saltó a la pista contra Fucsovics, al que ganó en tres sets. Se cita con Djokovic en el duelo más esperado de los últimos tiempos.
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