«Señoras, a partir de hoy, por su buen trabajo les pagaremos 6,5 euros la hora. Dilo que estamos orgullosos de ti». Parecería un mensaje que cualquier empleado celebraría ante un aumento repentino de salario, pero la realidad es bien distinta, especialmente en el apurado sector de la hostelería.
El último caso de presuntas prácticas laborales abusivas en bares y restaurantes publicado por la influencer valenciana Jesús Sorianomás conocido como ‘Soy mesero’, ha reabierto un acalorado debate sobre el dinero que ganan los empleados que se paran detrás de la barra y sirven mesas todos los días.
En concreto, se trata de una conversación de Whatsapp entre los responsables de la empresa y sus empleados, a los que se les informa que van a recibir un aumento en su salario mensual por el buen desempeño de sus funciones. Sin embargo, estos no están nada satisfechos con la subida anunciada por los hoteleros.
«yo votaria por siete eurosEl resto de gente no sé”, le cuenta una de las camareras, en alusión a que “han subido bastante los precios y han puesto unas cuatro tapas nuevas”, siendo la más cara el pulpo a la gallega, un producto con un coste superior a otros platos típicos como las patatas bravas, el morro o los calamares, por ejemplo.
La camarera insiste en creer que se merecen siete euros la hora, a lo que el empresario responde sin rodeos y sin modales, como se puede ver en la captura de pantalla publicada por ‘Soy camarero’. «Tranquilizarse», le dice al trabajador, incrédulo ante tal reacción.
“Lo siento, es lo que se debe plantear porque es justo para los empleados”, subraya al tiempo que recuerda que propuso una reunión para discutir el aumento salarial de los empleados. Para colmo, este camarero destapa otra polémica, tanto en este local como en muchos otros que se ha viralizado en las redes sociales.
En concreto, sobre la consejos y entre quienes deben repartirse: «Ningún jefe los toma, ya que se paga poco a no ser que se repartan solo entre los empleados”, defiende el trabajador. “Las propinas deben ser personales, cada uno presta atención individual al cliente, y como siempre, no considero justo que el que trabaja a regañadientes comparta propinas con el que atiende correctamente y mantiene una actitud positiva”, dice un tuitero a la imagen difundida por Soriano.
Sin embargo, otros seguidores señalan que ese dinero extra debería repartirse entre todos los trabajadores: «La actitud y el servicio lo puede poner correctamente el ayudante de camarero, pero detrás hay un cocinero que prepara la comida, un camarero que prepara el café o la bebida». , el socio que frega y limpia las mesas, los baños y los platos. Dar propina es un trabajo de todos los trabajadores».