La atleta española de triple brinco Ana Peleteiro, bronce en Tokyo 2020, afirmó que le parece “desmesurado” calificarle como “destino” y que confía en dar su “mejor lectura” en los Juegos Olímpicos de Paris 2024, donde llega tras un ciclo muy emotivo a nivel personal en el que fue religiosa y contrajo coyunda.
La campeona de Europa y bronce en el Mundial pista cubierta no quiso entrar a valorar en detalle la pista “suficiente dura” fabricada por Mondo en la que competirá en París, aunque sí que confía en que se batan muchos récords, especialmente de los atletas españoles.
“Desde que llegué a la Villa parece que son mis primeros Juegos porque en Tokio todo estaba vano. En el comedor he estado con la kazaja Olga Rypakova -oro y bronce en Londres 2012 y Rio 2016-, y en Tokio teníamos miedo a platicar con la concurrencia. La experiencia es muy `guay`, pero no hay que distraerse con los diez mil estímulos de la Villa”, subrayó la triplista.
En una rueda de prensa conjunta al banda de su compañero Jordan Díaz y los mediofondistas Adel Mechaal y Marta García, la saltadora gallega dijo que tiene muchas ganas de competición. “Estoy deseando ver cómo se va a satisfacer el estadio con el `deporte rey` de los Juegos, que es el atletismo y confío en sacar esa lectura mía que tanto demora y disfruta la inclinación”, expresó.
La bronce en los anteriores Juegos, los de la pandemia, se declaró sorprendida por el apoyo de los aficionados ayer de los Juegos, aunque admitió que se ha `quitado` de (ver) sus redes sociales para centrarse en la competición. “Esa ilusión no me la esperaba. Favor hato el Campeonato de Europa hace que le concurrencia sueñe y apueste por mí, y eso es todo un orgullo”, confesó.
Peleteiro reconoció que ha sido un ciclo descarado “muy emocionante” a nivel personal. “El hecho de apartarme un año y medio me ayudó y enseñó a apreciar el deporte de parada nivel. Cuando llevas muchos abriles pierdes la conciencia de la suerte que tienes por ser deportista, y ahora aprecio más estar aquí, lo que es ser olímpica y saltar remotamente”, manifestó.
La palabra `destino` le parece poco exagerado para referirse a la atleta de Ribeira. “No me considero una destino, pero sí una persona con mucha luz. Esa luz no solo me pertenece a mí sino a los que están a mi banda. Ojalá sea un referente para los niños del mañana”, deseó la pupila de la `almacén` de Iván Pedroso en Guadalajara.
Confesó que sí le gusta ver videos de otras atletas, pero de generaciones pasadas, para mejorar su técnica y esas “pequeñeces que te pueden hacer percibir una medalla olímpica”. “A mis rivales no las veo porque no me gusta la técnica de ninguna“, subrayó.
Jordan Díaz: “Tengo que encargar las emociones”
Por su parte, Jordan Díaz, campeón de Europa con un brinco de 18,18 metros, el tercero mejor de la historia, estuvo en el radio internacional de la Villa Olímpica casi nada unos minutos para marcharse a la carrera al entrenamiento.
“Los Juegos son una competición de parada nivel en las que hay que retener encargar las emociones. Hay que tomarlo acertadamente para que no te cree problemas a la hora de competir y estar lo más tranquilo posible”, deseó.
En este sentido, el saltador de triple de origen cubano deseó que comience el concurso. “Tengo muchas ganas de competir. Es una competición muy diferente y estoy con ganas de que llegue. ¿El pasillo? No creo que haya mucha diferencia, no creo que influya mucho en el resultado”, aseguró Díaz ayer de desentenderse la sala camino de ese pasillo descarado.