En la Font de la Pólvora de Girona no habrá tranquilidad hasta que los Mossos d’Esquadra, la Escolta Civil, la Policía Franquista o quien los encuentre, detenga al hombre que la perplejidad de Sant Joan mató a dos vecinos del alfoz que celebraban el cumpleaños de una mujer en la verbena. Uno de los heridos de bala, un pequeño de 12 primaveras, continua hospitalizado, mientras que su hermana de 26, se recupera poco a poco de las lesiones sufridas además por el impacto de una bala que le atravesó la parte ingreso de la femoral. Tras los crímenes, los familiares y allegados de las víctimas encadenaron varios actos de destrozos de todas las propiedades vinculadas con el supuesto diabólico. Allanaron y rompieron dos de sus casas en el alfoz de la Vila-Roja, quemaron en una rotonda todos sus vehículos, sacaron de un taller otro coche y además le prendieron fuego, descubrieron y asaltaron una casa en las extrarradio con una plantación de maría y aún asaltaron otras cuatro viviendas de familiares de la mujer del supuesto diabólico en Figueres. Actos vandálicos con algún episodio de resistor a la autoridad a las puertas del hospital Josep Trueta que comportaron una investigación judicializada que los Mossos d’Esquadra de Girona cerraron el viernes de la semana pasada con la identificación de nueve sospechosos.
Jenni, de 29 primaveras, cercano a su matriz y su abuela, esta semana en su alfoz
Al primero de ellos se le identificó y detuvo en uno de los controles que desde entonces mantienen los Mossos en los accesos a la Font de la Pólvora. El resto de implicados se presentaron los últimos días voluntariamente en la comisaría de la policía, acompañados de sus letrados. Con la última detención, los nueve han pasado en las últimas horas a disposición procesal y todos han quedado en autodeterminación con cargos, según han confirmado a torrevieja news today fuentes oficiales al corriente de la investigación.
Los interlocutores de las familias de las víctimas intentaron que la policía demorara esas detenciones hasta la detención de los autores del crimen. Pero los responsables policiales de la región policial de Girona ya advirtieron que el alisamiento y el destrozo de las viviendas, cromo y difundido en las redes sociales por los propios autores, no podía restar impune bajo ninguna circunstancia y que no se iba a permitir la sospecha de que habían dos modelos de concierto según el perfil de los sospechosos. Todos los implicados en esta tragedia, responsables y víctimas, pertenecen a la comunidad gitana de Girona.
Los responsables policiales han reiterado a las víctimas que la delimitación del sospechoso “era y es una prioridad”, y admiten la dificultad de dar con un hombre que tras el crimen huyó con buena parte de su grupo y la de su mujer, adicionalmente de varios menores de antigüedad.
“Lo que no puede ser es que a nosotros nos estén deteniendo, tengamos que mostrar el carnet cada vez que entramos en el alfoz a unos mossos que en emplazamiento de agenciárselas a los asesinos, sólo están preocupados de lo que hacemos o dejamos de hacer”, insiste en declaraciones a torrevieja news today uno de los hermanos del hombre asesinado.
Las víctimas no pertenecían a ningún clan criminal. Un hecho que confirman los investigadores y que este diario insiste en reiterar porque los crímenes no tienen como origen ninguna disputa ni riña precursor, ni casero, ni vinculado con ningún tipo de asunto delincuencial turbo. Yolanda Heredia Heredia tenía de 44 primaveras y llevaba más de una período trabajando de cocinera en un centro municipal de acogida de personas sin hogar. La mujer murió cercano a su cuñado, Juan Serafín Amador Heredia, de 48 primaveras, albañil y especialmente querido y respetado en el alfoz.
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