La provincia de Ourense rompe su destello de seis cursos sin cierres en centros educativos. El colegio de Beariz no abrirá sus puertas en septiembre, como consecuencia directa de la despoblación existente en el rural. Solo dos familias habían mostrado interés en matricular allí a sus hijos y, luego, se trataba de una situación pedagógicamente inviable. Ya el año pasado estuvo en la cuerda floja, pero las matriculaciones finales permitieron resistir a este centro rural hasta ahora. La Consellería de Educación asegura, en todo caso, que esos dos alumnos, que se verán obligados a desplazarse para poder aceptar su formación educativa, tendrán derecho a transporte y comedor.
La última escuela que se había pasado obligada a cerrar fue la de Solbeira (Paderne de Allariz), en el curso 2018/2019 cuando tenía anotados a seis alumnos para nacer las clases -el principio que la Consellería de Educación pone como condicionante para sustentar un colegio abierto-. Tres abriles antaño, en 2015, se había cerrado la unitaria de Xunqueira de Espadanedo.
Con el clausura del colegio de Beariz, el curso 2024/2025 se afrontará con 23 concellos sin ningún tipo de centro educativo en marcha. La crisis demográfica de la provincia se había llevado por delante 18 colegios y 141 aulas en los últimos 20 abriles, sin secuestro, en el postrero quinquenio la situación parecía haberse tranquilizado, aunque es cierto que muchos centros se mantenían en la cuerda floja.
Aulas suprimidas
Todavía es pronto para conocer qué aulas y cuántos docentes se suprimen de cara al próximo curso, sin secuestro, los sindicatos apuntan que solo será una, en Padrenda. Se manejo de una previsión que se les anunció el pasado lunes durante una reunión que mantuvieron con la consellería. En comparación con el año pasado, cuando se eliminaron 11 aulas y 14 docentes, consideran que se manejo de un “recuento positivo”, consecuencia del acuerdo que firmaron CCOO, UGT y Anpe con la Xunta para la mejoramiento del sistema educativo.
Con todo, desde CCOO defienden que la pelotón de Padrenda siga abierta, al menos un año más, ya que “hai uns 21 alumnos nos cursos máis altos de cuarto, botellín y sexto de primaria que se van a marchar pronto” y que encima la entrada presenta “una situación de illamento con respecto a outras zonas da provincia”.
En principio, se prevé que agrupen, por un costado, a los alumnos de primero a cuarto y por otro a los de botellín y sexto para no frenar su formación académica y que estén más equilibrados. Sin secuestro, se manejo de un reparto que desde los sindicatos creen que “non está pensado pedagoxicamente”, ya que tener a niños de diez u merienda abriles con otros que están aprendiendo a percibir y escribir no es lo mejor.
Carballeda seguirá igual
El director del CEIP Pena Corneira de Carballeda de Avia se enteró a través de una citación telefónica de la posibilidad de que una de las unidades de Primaria de su centro pudiese ser suprimida. En almohadilla a eso, y como adelantó este medio el pasado miércoles, la dirección de la escuela, la Anpa (Asociación de padres) y representantes del concello presentaron una alegato delante la Consellería de Educación para evitar la pérdida.
Luis Milia, corregidor del municipio, celebra que finalmente el conselleiro haya rectificado y asegura que “todo seguirá igual que el curso pasado”. Milia pone en valencia la importancia de este centro al que acuden no solo los niños de Carballeda sino todavía algunos alumnos de Ribadavia, Cenlle y Beade, sumando un total de 38 matriculados. Adicionalmente, no veía natural que les quitasen una pelotón cuando cada año están “cumpliendo y aumentando el alumnado”. “Era unha forma de machacar ao rural”, señala.