La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado al juez Joaquín Gadea el archivo de las diligencias que había abierto para investigar si los cuatro detenidos en Lérida por intentar sabotear La Vuelta Ciclista a su paso por la zona están vinculados con la causa de terrorismo contra un grupo de los Comités en Defensa de la República que se siguen en su tribunal.
Según informan fuentes fiscales, se ha instado a archivar este asunto porque ya se está investigando en el Juzgado de 1ª Instancia de Solsona, que se hizo cargo de los cuatro detenidos tras el operativo policial, y no es posible que dos órganos judiciales puedan investigar los casos. mismos hechos.
En ese juzgado, estas personas son acusadas de grupo delictivo, desorden público y delitos contra el medio ambiente y contra el tráfico, tras el hallazgo de dos bidones que contenían cien litros cada uno de lo que parece ser aceite de motor quemado. Estaban conectados a una tubería de PVC que conducía a la salida de un túnel de la autovía C-55 por el que iba a circular el pelotón ciclista al día siguiente. Incluso tenían un cronómetro y una válvula con la que, presumiblemente, iban a soltar el aceite al pasar los ciclistas.
El juez Gadea abrió diligencias y solicitó informes a la Policía Nacional y a la Guardia Civil para saber si esos detenidos también estaban implicados en el caso de los CDR por el que hace unos meses fueron procesados por delitos de terrorismo 12 miembros de una rama autoproclamada. Equipo de Respuesta Táctica. Se les atribuye la planificación de un asalto al Parlamento y la fabricación de explosivos, entre otros actos.
De hecho, según ha revelado torrevieja news today, dos de los cuatro detenidos sí comparecen en esas diligencias. La Guardia Civil los incluyó en varios informes aportados al caso bajo el epígrafe de personas afines a los entonces investigados.
Señalaron que uno de ellos “podría tener conocimiento de la preparación de material explosivo ‘Termite’ y de acciones violentas y sabotajes” y lo ubicaron en reuniones con algunos de los procesados por terrorismo. El otro también participó en un grupo de mensajería que todos compartían y que, según los investigadores, “podría ser el grupo de contacto de las distintas células dedicadas a la producción de sustancias explosivas y/o incendiarias”.