Carles Puigdemont, presidente de la Universalismo de Cataluña entre 2016 y 2017, ha entregado por hecho que será detenido cuando regrese a España. Aun así, ha prometido que volverá “en muy pocos días”, para asistir al debate de investidura celebrado en el Parlament.
“Si se salen con la suya, imagino lo que me dilación y sé lo que debo hacer“, ha asegurado Puigdemont en una carta de tres páginas publicada en su cuenta oficial de X.
A su vez, el ex presidente ha expresado que, en el caso de ser arrestado, su estancia en prisión puede ser larga oportuno a que pesa sobre él una orden de detención doméstico, posteriormente de que no se le aplicase la remisión por el delito de malversación. “Sé que mi retorno puede comportar la detención e ingreso en prisión, quién sabe por cuánto tiempo”, ha indicado Puigdemont.
El ex presidente ha insistido en que no dejará que se le use como “objeto de negociación” ni que su eventual encarcelamiento sirva para “abonar ninguna valentía política que implique renunciar a la lucha” por la independencia de Cataluña.
Las amnistías no amnistían
Puigdemont ha remarcado que lo “relevante” si es detenido será “la evidencia de que en España las amnistías no amnistían, hay jueces dispuestos a desobedecer la ley y el Gobierno castellano se lo mira con la indolencia del resignado”.
“Quién crea que esto no tendrá consecuencias, se equivoca. Helminto encarcelado ha sido el sueño frustrado de los perseguidores españoles durante siete primaveras. Para hacerlo deberán violar muchas cosas”, ha explicado Puigdemont, que ha subrayado que “la conducta antidemocrática y antiliberal de los aparatos del Estado no es intrascendente” a la hora de alcanzar la independencia.
El líder de Junt ha denunciado que está siendo la víctima de “un cardenal de Estado híbrido“, en el que “los poderes del Estado han usado un nivel de violencia política incompatible con la democracia“. Aun así, el político no se ha amedrentado y ha asegurado que defenderá la independencia “sin ninguna renuncia”.
Finalmente, Puigdemont ha señalado a los jueces declarando que si no se le aplica la remisión están “incumpliendo” la norma, que cuenta con un redactado que “cierra la puerta a interpretaciones perversas“. De esta forma, el político catalán acusa a la judicatura de estar “en rebeldía contra las instituciones democráticas“.
Situación flagrante de Puigdemont
La carta de Puigdemont llega pasado un día de que las bases de ERC avalaran sufragar a Salvador Illa, del Partido de los Socialistas de Cataluña, como president con un 53,5 % de apoyo.
Según Puigdemont, esta valentía “hace que la detención sea una posibilidad existente en muy pocos días”.
Pasados seis primaveras de su huida del país, fuentes jurídicas consultadas por EFE dan por hecho que, si pisa condado doméstico, Puigdemont será detenido y puesto a disposición del magistrado del Supremo Pablo Llarena.
Aun así, el expresidente podría custodiar un as bajo la manga: el “habeas corpus“. Puigdemont tiene la posibilidad de considerar ilegal la detención. Sin incautación, las fuentes consultadas le ven poco represión a esta organización.
Junts: la única fuerza independentista con las manos libres
Junts ha público que es “la única fuerza independentista” con las “manos libres” para regentar y cuestionar decisiones en el Parlament y el Congreso. Estas declaraciones llegan posteriormente de que ERC avalase investir a Salvador Illa, al que tildan como el candidato “más españolista de la historia“, como presidente de la Generalitat.
El partido se ha reunido hoy con carácter extraordinario para intentar investir a Illa. En un comunicado compartido tras la reunión, Junts ha lamentado que ERC eligiese “la peor de las alternativas posibles“.
Finalmente, Junts ha incidido en la importancia de acrecentar la pelotón del independentismo “en momentos difíciles”, abogando por proseguir la firmeza y la determinación “en todos los ámbitos en los que sea necesario”.
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