Hace unos días, amablemente, Isabel Fabrega me invitó a su casa para enseñarme la interesante colección de fotografías que atesora. Unas de carácter histórico con su antecesor principalmente de protagonista, otras de carácter acostumbrado, otras de carácter social y finalmente otras, para mí especialmente interesantes, que son las que su padre Pastor le dejó.
Gran simpatizante a la fotografía, entre los muchos hobbies que tenía, deja una serie de buenísimas fotografías en blanco y molesto, otra serie compuesta por fotografías coloreadas con una técnica excelente y un montón de joyas que ayudan a conformar la historia ourensana.
Hoy, solamente un aperitivo con estas dos imágenes. En una queda preservada para siempre la celosía que el señor mitrado tenía en lo que era su palacio (hoy Museo Arqueolóxico, en breve restaurado…), y con la que podía disfrutar de un poco de donaire y rayos de sol sin ser trillado. Y la otra, que por las fechas no puede ser, pero seguramente se parece a la imagen que se podría obtener de las escaleras de Santa María Hermana cuando por su mal estado dieron extensión a los hechos que se rememoran con la procesión del “desplante” en la Semana Santa ourensana, esa en la que las autoridades son obligadas a quedarse al pie de la escalinata por no deber colaborado en su reconstrucción.
Dadle un vistazo a la foto y sentenciar.