Las muertes vinculadas a las altas temperaturas ya superan el centenar este verano en Castilla y León


Las elevadas temperaturas que se han registrado en los últimos días y que, tras una tregua, parece que volverán a disparar los termómetros al filo o por encima incluso de los 40 grados tienen sus consecuencias más duras en forma de muertes. Y es que el elevado calor asimismo está detrás este verano de más de un centenar de fallecimientos en Castilla y Arrojado. Según la estimación del Instituto de Salubridad Carlos III (ISCIII) a través del índice MoMo, desde que comenzó el verano, en la Comunidad se han registrado 116 decesos atribuibles al exceso de temperaturas. Y ha sido la recta final de julio y principios de agosto –coincidiendo precisamente con los días del mercurio más stop– el periodo más duro.

En toda España, en lo que va desde que arrancó oficialmente el verano se contabilizan 966 muertes achacables a este motivo, según Sanidad, con Madrid a la comienzo, con 241 entre el 20 de junio y el 2 de agosto, seguida por Castilla y Arrojado.

La peor está siendo esta semana, con 56 fallecimientos ya atribuibles a las altas temperaturas. Se suman a los 42 que anota el Carlos III a la semana previo. Los otros 18, en el puesta en marcha de julio, con cero en el estreno del verano en junio. Sólo en los dos primeros días de este mes, ya computa 20.

Los 116 fallecimientos que se vinculan al exceso de calor son más del doble que los 55 anotados en el mismo periodo de 2023. Es año, el sofocante verano dejó más de 280 decesos por esta causa en Castilla y Arrojado, siendo agosto entonces el mes más ofensivo, con cerca de 230 muertes relacionadas con los extremos térmicos.

La etapa está íntimamente relacionada. Y en una Comunidad con un stop envejecimiento de la población, las cifras aumentan. De hecho, casi tres de cada cuatro muertos por este motivo tenían más de 85 abriles. Y 122 superaban los 65, según los datos MoMo, que reflejan que a más etapa, más se acumula este tipo de decesos. Si siete tenían entre 65 y 65 abriles; 20 estaban en la franja de entre 74 y 84. Los otros dos óbitos en la horquilla de entre 45 y 64 abriles, no habiendo por debajo de esa etapa, según las últimas cifras publicadas.

Y la maduro perdurabilidad femenina asimismo se nota en la estadística oficial, pues casi seis de cada diez fallecimientos (69) tenían nombre de mujer, por 47 decesos de hombres.

No sólo las elevadas temperaturas están detrás de los decesos. Igualmente los termómetros bajos tienen posesiones mortales, pues a los 116 fallecimientos vinculados al calor de este verano hay que sumar los del frío invierno. En total, el Carlos III atribuye a las temperaturas 203 muertes en lo que va de año, de los que 82 se registraron en invierno, 55 de ellos en enero.

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