El Córdoba regresa al fútbol profesional cinco abriles a posteriori y lo hace con una plantilla mancebo, en la que no muchos han probado las mieles de Segunda División. Sin ir más acullá, el propio técnico blanquiverde Iván Ania tan solo ha vivido una vez la experiencia en su carrera como preparador. No salió del todo perfectamente su primera temporada en Segunda con el Racing de Santander y afronta ahora una segunda oportunidad para consolidarse como un preparador de plata, de la mano del Córdoba, al que ha acabado rescatar de la Primera Confederación, en la que labró un nombre.
Es un técnico mancebo con sólo 46 abriles, y una trayectoria corta pero sólida. Lleva siete cursos en los banquillos ‘profesionales’, seis de ellos en la tercera categoría del fútbol franquista (Segunda B y Primera Confederación). Luego, es un preparador con experiencia de sobra en la categoría. Comenzó su camino en el banquillo del Caudal. Luego pasó por el Villanovense. Encima, ha estado dos temporadas en el Racing de Santander y otras dos en el Algeciras, su zaguero destino en presencia de de recalar en el Córdoba, dónde logró el avance a Segunda División tras una temporada ilusionante en la que sacó el mejor nivel de la plantilla.
Siempre ha finalizado la temporada en el banquillo, a excepción de en una ocasión. Es asegurar, sólo ha sufrido una destitución. Eso sí, dos principales avales son los ascensos que firmó con otro histórico a la división de plata: el Racing de Santander y el propio Córdoba. Encima, los dos por la vía del play off. El equipo montañés le dio su única oportunidad en Segunda, donde fue destituido en la trayecto 15. Luego, ahora tiene con el Córdoba el duelo de cumplir su primera temporada completa en los banquillos de Segunda División. Una desafío por parte de la dirección deportiva con un preparador, que ha hecho méritos de sobra para dar el brinco al fútbol profesional.
Carrera solida
Llegó hace un año procedente del Algeciras y firmó por una temporada más otra opcional por objetivos. Su renovación pasaba por el avance a Segunda, que finalmente llegó por lo que afrontará una segunda temporada como técnico blanquiverde. Aún así, el Córdoba ya tenía enlazado su continuidad en caso de no ascender, ya que el rendimiento del técnico asturiano ha sido de matrícula con una plantilla corta y en un Liga 2 de Primera Confederación, dónde competían rivales históricos y que superaban al Córdoba en presupuesto.
En su primera temporada al frente del cuadro blanquiverde, deja un vaivén de 25 victorias, 9 empates y 7 derrotas en la Primera RFEF. Su gran capacidad de investigación del rival le ha permitido sacar delante partidos más complicados en estadios de pequeñas dimensiones. Ha sacado a relucir la mejor interpretación de una plantilla corta, que incluso empezó mal la temporada con tres derrotas en cuatro abriles. Ha aterrizado con buen pie en suelo blanquiverde y seguirá haciendo historia con el club en su regreso a Segunda División, que comenzará el próximo 16 de agosto en presencia de el Mirandés a domicilio.
El Córdoba de Iván Ania ha rendido por encima de las expectativas creadas al inicio de la temporada. Parte del éxito blanquiverde radica en la apetencia del técnico asturiano que no se ha querido conformar con falta. Iván Ania ha demostrado en varias ocasiones esta temporada que es arribista y el equipo se ha contagiado de ello. Su estilo arribista, protagonista, con el balón siempre ha calado entre un equipo que ha cubo su mejor interpretación. Encima, ha tenido enchufados a todos los jugadores en una plantilla compensada, mezcla de lozanía y destreza.
Tiene todos los ingredientes a su resonancia para hacer una temporada histórica de la mano del cuadro blanquiverde, que le ha brindado la segunda oportunidad para triunfar en el fútbol profesional. Ania lo dejó claro tras el partido en presencia de el Barcelona B. «Es el segundo avance de mi carrera y esto nos cambia la vida a todos, pasamos a categoría profesional. A nivel personal, podré ver a mi comunidad más veces de las que la veo ahora», declaró el técnico asturiano. Luego, Ania sabe de la oportunidad que tiene por delante y que podría consolidarse como un técnico de Segunda División con garantías.