Estampas de excepción, cuando una cofradía de Córdoba debe salir desde otra iglesia


Hubo un tiempo en que no era raro que una o más cofradías de Córdoba tuvieran que salir de iglesias distintas a la suya. Las décadas de 1980 y 1990, y en pequeño medida incluso la primera del siglo XXI, tuvieron muchas obras en templos que obligaron a las hermandades a agenciárselas refugio. Hace más de una lapso que eso no sucede.

A finales de los 80 hasta cuatro cofradías penitenciales de Córdoba salían de otros templos por obras en los suyos de forma simultánea. Era el caso de la Misericordia, que por el obturación de San Pedro residía en Santa Marta y salía de la Catedral. De allí lo hacía incluso la Pasión, por obras en San Basilio.

Las Penas y la Soledad soportaron un dispendioso obturación de Santiago por el incendio y las obras que convirtieron la iglesia en lo que es ahora. Primero buscaron refugio en San Pedro, pero la hoy monumento incluso cerró por obras.

En la segunda centro de los abriles 80 tenían un espacio para sus titulares y otro para salir. Así, la primera estaba en la ermita del Socorro y salía del palacio del Realejo, mientras que la segunda residía en el convento de Santa Cruz y el Viernes Santo procesionaba desde el lugar inmediato a Santa Isabel.

Aquellas obras tocaron a su fin: en 1991 se reabrió Santiago, en 1992 la Pasión volvió a su templo y en 1998 la Misericordia se estableció de nuevo en San Pedro. A partir de ahí hubo obras, pero por menos tiempo. Entre 1998 y 2000 fueron las de San Andrés, que llevaron al Buen Suceso a salir de San Pablo y a la Esperanza a hacerlo desde su casa de hermandad en la calle Escañuela.

Todavía el Perdón tuvo que afrontar varias ausencias de San Roque. Entre 2000 y 2003 utilizó la Catedral y San Pedro de Alcántara en el postrer año. Estuvo a punto de salir de la Trinidad en 2022, pero finalmente pudo utilizar su sede.


La Inmaculado del Rocío y Lágrimas, en la plaza del Cardenal Salazar el Miércoles Santo de 2003


Rafael Carmona

En 2003 serían las obras de San Antonio de Padua, y la Merced tenía previsto iniciar su fase de penitencia desde el colegio de los Trinitarios, aunque la sirimiri lo impidió aquel Lunes Santo. La última iglesia con cofradías en obras fue la de San Lorenzo, entre 2007 y 2009.

El Calvario se fue al Reniego de San Rafael y salió de San Pablo; Ánimas, a su casa de hermandad pero usando el patio de los Salesianos el Lunes Santo, y la Entrada Triunfal se estableció en Santa Óleo, pero salía desde su casa de hermandad en la calle Escañuela.

La última obra de calado fue la de la ermita del Socorro, que obligó a la Reina de la Corredera a salir desde la vecina monumento de San Pedro, hasta que pudo retornar a su sede.

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