El conseller Rovira desmonta la tesis de que «arrincona» al valenciano y lo promocionará en las zonas castellanohablantes


El conseller de Educación, Civilización, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, ha desmontado la relación de algunas entidades nacionalistas que le acusan de «arrinconar» al valenciano con la nueva ley autonómica que ha derogado el plurilingüismo y la inmersión en catalán en las aulas. Ha asegurado que le «gustaría» que la exención de cursar la asignatura de esta argot desapareciera, «pero no por un cambio en la ley, sino de motu proprio de los padres». Y lo va a promocionar con nuevas medidas.

Así lo ha aseverado en una entrevista concedida a Europa Press en la que ha hecho balanceo de su primer año al frente del unidad y ha desgranado algunos de sus principales objetivos.

La exención se aplica nada más en las zonas consideradas de predominio castellanohablante, varias comarcas del interior de las provincias de Valencia y Alicante, y del sur de esta última. Desde que llegó al cargo, el conseller ha abogado porque esta potestad pase a la historia y las madres y padres no se acojan a ese derecho.

Rovira ha vuelto a incidir a que con la nueva Ley de Liberación Educativa se pretende conquistar «un sistema mesurado». En este sentido, se ha referido a la amoldamiento que tendrán que hacer ya para el curso próximo los 221 centros que tenían programas experimentales en valenciano para dar al menos el 25% del tiempo laboral en castellano y, además, a la «segunda parte» de la ley, la de opción de la opción de la argot cojín, que entrará en vigor en 2025-26.

«Nosotros lo único que estamos haciendo es que se cumpla la Ley de desenvolvimiento educativa, que es fruto del software electoral con el que el PP se presentó a las elecciones y lo que queremos diseñar es un maniquí mesurado», sostiene el conseller, que incide en que si la fórmula contempla un 50% en el idioma que elijan las familias, un 30% en la otra argot cooficial y el resto en inglés, «la diferencia entre la argot cojín y la no cojín va a ser de en torno a un 20%».

Cuando se le pregunta qué opina sobre las críticas a la norma por «arrinconar el valenciano», recuerda que la nueva propuesta plurilingüe recoge medidas -como ya pretendía el antecedente equipo de Compromís- para incentivar la argot vernácula a través de la certificación de niveles.

«Ellos (Compromís) se habían cedido cuenta de que el maniquí de imposición había llevado a que los propios estudios que hace la Acadèmia Valenciana de la Llengua decían que el uso del valenciano retrocedía. Entonces, lo que pretendían era combinar la política de imposición con la política de promoción. Nosotros vamos a quedarnos con la parte positiva, que es la política de promoción», ha resumido.

Y cuando se le plantea si le agradaría ser el conseller que consiguiera aminorar la incidencia de solicitudes de exención del valenciano alega afirmativamente: «Me gustaría. Me oirá usted decirle a los padres en las zonas castellanohablantes que, por valía, no pidan la exención para sus hijos. Tienen que dar la asignatura, no cuesta falta que se examinen y van a tener un premio. Un chaval que acabe el bachiller va a tener un B2, si tiene de media un 7, o costal un 7 en la EBAU, va a tener un C1 y la posibilidad de ser experto o profesor de Secundaria en esta comunidad. Son puntos en cualquier concurso que haga. Vale la pena».

De hecho, ha afirmado que en las zonas de predominio lingüístico castellano lo que va a hacer «es promocionar que no se pida la exención». En este punto, ha recordado que la exención viene regulada en la Llei d’Ús i Ensenyament del Valencià (LUEV), una «ley de amplia concordia y que nadie ha tocado por ahora».

«Pero yo voy a aconsejar a los padres que no pidan la exención, porque creo que es bueno el conocimiento del valenciano». Ha ido más allá al avanzar que está a dispuesto a poner »posibles especiales« para promocionar el valenciano en las zonas castellanoparlantes, por ejemplo exigiendo un número beocio de alumnos para habilitar grupos.

«Me gustaría que la exención del valenciano desapareciera, pero no por un cambio en la ley, sino de motu proprio de los padres. Que desapareciera no el derecho, sino el hecho», ha matizado.

Sin miedo a los posibles

Acerca de la posibilidad de que prospere alguno de los posibles contra la ley, Rovira declara que «no hay tiene plan B». «Nosotros lo hemos hecho todo cumpliendo con la carta estatal, claramente. Quien no lo hacía así era el Fitólogo, que tuvo un montón de sentencias en contra por la inmersión filología y por otras cuestiones ideológicas. No hemos articulado ningún plan B porque hemos cumplido todo de acuerdo a la ley. Quien tiene que articular planes B son aquellos que se saltan las leyes», ha zanjado.

Interrogado por el balanceo que hace de su primer curso como responsable de Educación, Rovira se muestra satisfecho y agradecido al personal de la Conselleria. Pese al protagonismo de la cuestión del plurilinguïsmo, defiende que han hecho «muchas más cosas».


El dirigente autonómico, durante su entrevista


EP

Entre otras novedades, se recuperan las notas numéricas con el fin de que los padres y madres tengan «la mejor información» sobre el rendimiento de los hijos. Al preguntarle qué calificación pondría a su mandato dice que «podría ser un siete, un sobresaliente».

De cara al próximo curso, el conseller resalta la importancia de la gratuidad de la enseñanza 0-3 -que el ‘president’, Carlos Mazón, ha querido invadir ya con una inversión muy importante, ha subrayado-, el impulso a la Formación Profesional con el foco puesto en la empleabilidad, la atención a la orientación educativa y a los centros de Distinto y la recuperación de la Música en tercero de la ESO.

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