Más de un centenar de personas fueron detenidas y se produjeron graves enfrentamientos entre manifestantes de extrema derecha y policías en el ámbito de la ola de protestas tras los bulos difundidos por la crimen de tres niñas en un ataque de un adolescente galés durante una clase de zapateo y yoga el pasado lunes en Southport, a las alloz de Liverpool. En redes sociales se aseguró falsamente que el atacante era un extranjero.
Ayer, nuevos grupos británicos de ultraderecha dieron aparición a cuatro manifestaciones en el país a pesar de las detenciones practicadas en las 25 marchas de la víspera, convocadas luego de una ola de desinformación que identificó erróneamente como solicitante de orfanato al ciudadano galés pronunciado de matar a puñaladas a tres niñas esta semana. Más de parte de las detenciones ocurrieron en las ciudades de Liverpool, Bristol, Hull y Blackpool, en medio de fuertes disturbios, actos de vandalismo y agresiones a las fuerzas de seguridad.
4.000 agentes más
Por este motivo, el comisario de orden sabido de la Policía británica, BJ Harrington, anunció el sábado por la oscuridad el despliegue de casi 4.000 agentes adicionales de cara a las protestas para evitar nuevos episodios de violencia. Por otra parte, la secretaria de Estado para la Prevención del Crimen, Diana Johnson, avisó que los tribunales del país podrían permanecer abiertos durante las 24 horas para respaldar que los “matones” que “merodean nuestras calles” sean llevados rápidamente en presencia de la conciencia, mientras que las fuerzas del orden tienen medidas en marcha para alistar agentes adicionales para objetar a más disturbios.
El primer ministro del país, Keir Starmer, dio a la Policía su “pleno respaldo” para tomar cualquier medida necesaria para objetar a los “extremistas” que intentan “sembrar el odio” luego de las escenas de desorden en Inglaterra e Irlanda del Septentrión, pero expresó la preocupación de que los agentes puedan zanjar sobrepasados a la hora de hacer frente al resto de delitos. La Convenio de Policía advirtió, en este sentido, de que “todo esto tiene un precio”.
“Que no quepa duda: caerá todo el peso de la ley sobre quienes han participado en esta violencia. La Policía hará detenciones. Habrá clan encarcelada. Habrá cargos y habrá condenas”, aseguró Starmer en un comunicado oficial difundido por Downing Street. Starmer se refirió tanto a quienes “han azuzado a la movimiento por Internet y luego os habéis escondido” como a quienes están implicados “directamente”, aseguró Starmer.