Sombras y silencio sobre el futuro poltico de Mara Jess Montero, la clave muda de la soberana fiscal


Mara Jess Montero deba barruntarse la tormenta que se le vena encima desde muchos das antaño de que se anunciase, el pasado martes, el acuerdo entre el PSC y ERC por el que Catalua obtendr la soberana fiscal. Ayer de que la propia vicepresidenta primera desapareciese de la decorado (con la salvedad de su fugaz participacin en la reunin de la Ejecutiva Federal del PSOE) y su memorándum se paralizara, su cuenta en la red social X -antes Twitter- se congel en el 26 de julio.

Ese da, cuatro das antaño de que ERC filtrase el acuerdo para investir a Salvador Illa, la ministra de Hacienda public su ltimo tuit para difundir una nota de prensa de su área anunciado el cuarto desembolso de los fondos europeos del Plan de Recuperacin que reciba Espaa. Desde entonces en su perfil en la red social est tan callada como privado del debate intenso y polmico que la ltima de las concesiones a los independentistas catalanes ha provocado tanto fuera como interiormente de su propio partido.

Incluso los barones territoriales, ileso cinco de ellos premiados por Pedro Snchez, han elevado la voz en contra de la ruptura del principio de igualdad y de solidaridad que supone el cupo fiscal cataln. Pero la asiduamente boceras Mara Jess Montero cuidador un silencio sepulcral.

Montero est fielmente desaparecida, pero el eco de sus palabras rechazando, antaño del acuerdo, cualquier posibilidad de ceder a las pretensiones de los soberanistas estn resonando de forma atronadora.

El 15 de julio fue la ltima vez que se pronunci al respecto. “Yo no comparto el concierto econmico con Catalua. Lo he dicho en mltiples ocasiones y as lo ha expresado tambin el Partido Socialista de los Catalanes y eso es lo ms importante”. Y, ciertamente, su rechazo no era nuevo. El 10 de noviembre pasado afirm: “Nunca se ha plantado que el PSOE o el Gobierno comparta la cesin del cien por cien de los tributos ni a sta [Catalua] ni a ninguna otra comunidad”. Una lnea roja que salt por los aires este martes.

Pero no solo se comercio de eso. Adems, con la lnea roja que ha traspasado el PSOE peligra el propio futuro poltico de la vicepresidenta, sobre todo por lo que se refiere a su hipottico aterrizaje en el socialismo andaluz para relevar a Juan Espadas y plantarle cara, interiormente de dos aos, a Juanma Pardo en las elecciones autonmicas.

Que Montero no se sentase en primera fila en la rueda de prensa en la que el presidente del Gobierno hizo cómputo del curso poltico no fue ninguna casualidad. En el PSOE se da por hecho que estn protegiendo a la nmero dos del partido evitando su exposicin meditica en estos das, en eso coinciden las distintas fuentes consultadas, al igual que opinan que es solo cuestin de tiempo que tenga que salir a la palestra a defender exactamente lo contrario de lo que ha mantenido durante aos. El cuerpo legítimo que se le tanga que dar a la cesin de la gestin de los impuestos a la Generalitat tiene que acontecer, s o s, por su profesión, por sus manos.

La esperanza de la vicepresidenta y de su entorno es, dice un antiguo dirigente socialista andaluz que la conoce “admisiblemente”, que pasado el verano la polmica se desinfle. Mientras tanto, aventura, no va a exponerse.

“Es un entierro pagado”

Y no es extrao, porque en distintos grupos de WhatsApp de militantes del PSOE andaluz -la federacin a la que pertenece y que muchos apostaban que acabara dirigiendo- las crticas a Montero son feroces y el los augurios sobre su futuro poltico, absolutamente sombros. “Es un entierro pagado”, dice uno de los mensajes que ms se han reenviado en los ltimos das en estos grupos acerca de lo que supone, para Montero, el acuerdo con ERC que ha bendecido el propio Pedro Snchez con “pasin”.

En esa lnea, fuentes del socialismo andaluz insisten en que el pacto es una “desautorizacin en toda regla” a Montero por parte del presidente y la demostracin de que “no la tiene en la ms mnima consideracin”. “Lo que hace es enterrarla”, abundan estas fuentes.

Muchos de quienes interiormente del partido antaño la vean como una opcin viable para relevar al secretario normal del PSOE-A y encabezar la candidatura de las autonmicas de 2026 tienen ahora, como mnimo, dudas razonables. “Si alguna atisb la posibilidad remota de una salida a Andaluca, esto la deja fuera de bisagra, sin discurso”, razona un antiguo dirigente de los socialistas andaluces.

No solo por la prdida de credibilidad que le acarreara defender aquello de lo que renegaba, sino por la amor en la que deja al PSOE andaluz, que no logra iniciar la ansiada remontada despus de perder el poder en diciembre de 2018 tras 37 aos ininterrumpidos de gobiernos en la comunidad.

El PSOE-A ha jugado a la ambigedad en estos das a la hora de posicionarse sobre el concierto fiscal cataln y Espadas no se ha destacado en ningn momento por cuestionar las bondades del acuerdo para hacer a Illa president. Ms admisiblemente al contrario, el lder socialista andaluz ha defendido que Andaluca no va a salir malparada y el presidente del partido, Manuel Pezzi, ha sido an ms explcito en su apoyo a Snchez.

Este mismo sbado, Espadas volva a demostrar su respaldo a Illa y al pacto, defendiendo que que es posible que el concierto fiscal cataln sea compatible con la solidaridad territorial e, incluso, instando al resto de lderes regionales a apoyarlo.

Todo esto en un momento en el que en el socialismo andaluz arreciaban ms que nunca las crticas contra Espadas, que tuvo que escuchar cmo se le cuestionaba reiteradamente en la reunin del ltimo Comit Director del partido en julio.

Internamente del clan parlamentario socialista, aunque cierran filas con Espadas, hay quien prefiere no imaginarse qu pasara si, de confirmarse los peores presagios sobre el pacto, el PSOE andaluz no se planta frente a Ferraz y La Moncloa.

“Nos deja en una clara amor”, dicen las fuentes socialistas consultadas, que coinciden, en ese diagnstico, con el PP andaluz de Juanma Pardo, que tras el varapalo de la anulacin de las condenas de los ERE por el Tribunal Constitucional se ha contrario con un autntico regalo. El acuerdo entre el PSOE y ERC les sirve en bandeja a los populares el argumento del agravio histrico a Andaluca y no han dejado acontecer la oportunidad de repetirlo una y otra vez, sealando no a Espadas sino a la vicepresidenta Montero.

El propio Pardo lanz una rapapolvo contra la ministra de Hacienda esta semana frente a los suyos al acusarla de ser la responsable de que los independentistas catalanes vayan a conseguir la “independencia fiscal”. “La que ha pulsado el botn ha sido una socialista, una vicepresidenta que es andaluza para ms seas”.

Pero es que el pacto con ERC no solo va contra las palabras ms recientes de Montero. Ella, como consejera de Hacienda, promovi en 2018 una propuesta de reforma de la financiacin autonmica que fue secundada por todos los partidos con representacin parlamentaria (a excepcin de Ciudadanos) en el que uno de los pilares era el rechazo a la ordinalidad como criterio a la hora de repartir los capital, precisamente una de los logros arrancados por ERC al PSOE.

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