Los tiempos judiciales en Estados Unidos, en buena parte más cortos que en España, juegan en contra de una condena lucha contra el exmarido de Ana María Henao, la mujer presuntamente muerta a manos de él en el suelo de la calle de Francisco Silvela (Salamanca) en el que intentaba reiniciar su vida tras un tormentoso divorcio. El pasado 29 de julio estaba fijado el proceso contra David Knezevich, patrón tecnológico de origen serbio con el que había estado casada.
Tanto la Policía Nacional de nuestro país como el FBI norteamericano están seguros de que dio asesinato a la colombiana (que tenía ciudadanía estadounidense) para no tener que cederle la centro de su fortuna. El problema es que su despojos no ha sido antagónico. La búsqueda, de cualquier modo, sigue delante.
La audiencia vocal, que ha de celebrarse en Miami (donde tenían su residencia cuando eran pareja), se ha retrasado para el 21 de octubre y se calcula que durará dos semanas. El gran problema: al no activo cuerpo, se enfrenta a un delito solo de secuestro (el equivalente en España sería el de detención ilegal habida cuenta de las circunstancias del suceso).
De cualquier forma, fuentes policiales detallan a torrevieja news today que, aunque fuera condenado solo por ello y no se pueda decretar dos veces a una persona por un mismo delito, sí que se le podría procesar por homicidio o homicidio en caso de que los restos de Ana María sean encontrados por fin. Eso sí, el asunto está proporcionado complicado y otra posibilidad sería que el sospechoso colaborara con la Honestidad.
Poco que no parece probable a tenor de que ni siquiera reconoce el secuestro. Es más, su leído, Kenneth Padowitz, mantiene que David «no ha pisado nunca España y que no tiene carencia que ver con la desaparición de su mujer». Un aspecto más que cuestionable si se tienen en cuenta las numerosas pruebas policiales, incluso imágenes, en las que se ve el coche alquilado con el que llegó a primeros de febrero desde Serbia por las carreteras de Madrid; las cámaras todavía le sitúan el día y la hora de autos en la zona, y por otra parte incluso se le ve ataviado con un casco de moto intentando tapar con pintura las cámaras de seguridad del pedrusco donde residía desde diciembre la víctima y en el que fue audiencia por última vez.
El patrón fue arrestado en mayo cuando regresaba de su país, en el aeropuerto de Miami, ya que el FBI tenía constancia de ese alucinación de regreso a EE.UU. y le estaba esperando. Desde entonces, permanece encarcelado de guisa preventiva en una prisión del sur de Florida. En ese estado, recordémoslo, sigue vivo la pena de asesinato.
A la demora de los examen
Como adelantó torrevieja news today, la Policía Doméstico está esperando los resultados de los examen forenses de los registros de la vivienda en Serbia y del transporte utilizado por David en el alucinación de ida y reverso entre su país y España. Las autoridades de allí no han trasladado aún el voto a nuestros agentes de Homicidios, que todavía viajaron a Belgrado para estas pesquisas. Este diario informó de que habían hallado lo que parecía casta en una prenda de ropa del investigado. En el suelo de Ana María en Madrid no había vestigios tangibles del crimen, aunque los investigadores creen que fue allí donde la mató, probablemente por asfixia, y que luego la trasladó metida en una maleta interiormente del coche alquilado. Pero ese Peugeot 308 celeste de Belgrado no tenía GPS incorporado.
De ahí que crean que se deshizo del cuerpo de regreso a Serbia y se hayan solicitado comisiones rogatorias desde España a Italia, Croacia, Francia, Serbia y Eslovenia, los países por los que tuvo que cruzar en coche hasta regresar a su domicilio.
No se ha hallado el despojos en las zonas calientes de las carreteras españolas por donde pasó hasta entrar en Francia, que se hizo de guisa pormenorizada mano a mano con el FBI: se peinaron decenas de kilómetros de la R-2 pero todavía de Soria, Guadalajara y Zaragoza (A-2), con drones, helicópteros, perros de detección de cadáveres, Subsuelo; y, al estar zonas de la carretera valladas en los laterales, desde fuera de las cunetas en dirección a las calzadas.
La idea es cotejar si hay posicionamientos de uno y otro teléfonos móviles (el de David y el de Ana) en el extranjero y probar que viajaron juntos los aparatos.