Las pizarreras se enfrentan a la falta de personal por el abandono del rural



El sector de la pizarra gallego genera aproximadamente 2.400 empleos directos, un número que cada vez tienen más difícil de conseguir las empresas, que atravesarían serios problemas de personal de no ser por la incorporación de extranjeros. Fuentes empresariales subrayaron las dificultades que atraviesan las canteras para completar las plantillas, en buena medida como consecuencia del despoblamiento del rural en Valdeorras, Lugo y El Bierzo.

“Los jóvenes se van y la población envejece, circunstancias que perjudican a las zonas rurales y no solo al sector de la pizarra. Es universal, incluso lo sufren la construcción o los servicios”, comentaron las mismas fuentes empresariales consultadas. En este sentido, cerca de comentar que el índice de envejecimiento de la población en Valdeorras, según los últimos datos del Instituto Galego de Estatística, datados en 2022, es de 222,66. Este antecedente refleja que por cada 100 habitantes de menos de 20 primaveras hay 222 mayores de 65.

La arribada de extranjeros alivió hasta cierto punto la situación. Así, ese mismo año, la comarca incorporó 424 personas de otros países a sus censos, de tal forma que en 2023 el colectivo de otras nacionalidades alcanzó los 2.255 habitantes, o lo que es lo mismo, casi un 9 % (un 8,98 %, más concretamente), de un total de 25.104. “En los últimos tres primaveras se incrementó el número de extranjeros en las plantillas de la pizarra. Cada vez hay más, principalmente llegados de Portugal y de Sudamérica, muchos de ellos de Colombia. Todavía hay algunos empleados del Septentrión de África”, explicaron en la patronal pizarrera.

Nuevas tecnologías

La incorporación de nuevas máquinas al sistema de producción de la pizarra incluso ayuda a mitigar la escasez de mano de obra de las canteras. No obstante, su presentación incluso tiene un flanco menos positivo. “Ahora precisamos más especialistas para las máquinas, pues ya no es un trabajo tan manual o artesanal y se necesita personal que repare y mantenga la maquinaria”, comentaron desde el colectivo empresarial. Inmediatamente, añadieron que en los últimos primaveras “cambiaron los perfiles y no es obvio atraer técnicos, ingenieros o informáticos a zonas rurales como la nuestra”.

Buscando un sector más atractivo

Los últimos meses no fueron buenos para las productoras de pizarra. El bulto de esta piedra exportado en los primeros cinco meses del año cayó un 7,2 % respecto al año antecedente. Esta caída fue acompañada por un importante descenso de un 5,3 % en la facturación. Estas bajadas son atribuidas por los empresarios a varias causas, principalmente a un entorno universal confuso, con varios conflictos bélicos; a la crisis energética derivada de la erradicación entre Ucrania y Rusia; a un sector de la construcción que no levanta comienzo a causa de la equivocación de proyectos de nuevas viviendas, y a un robusto incremento de los costes. “Las empresas se resienten porque sus costes aumentan”, indicaron fuentes del sector.

Los empresarios indican que esta situación no favorece ampliar unas plantillas que están “estabilizadas”. En todo caso, los problemas no durarán eternamente y la equivocación de personal tenderá a aumentar cuando los mercados recuperen la normalidad, una circunstancia que está detrás de la firma de un incremento salarial del 11 % para el próximo trienio (repartido en un 4 % para 2024 y dos aumentos del 3,5 % para 2025 y 2026), según fuentes empresariales. “Pretendemos que se vea al sector de la pizarra atractivo y de futuro”, afirmaron. 

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