La Fiscalía Provincial de Madrid solicita siete años y siete meses de prisión para Ignacio Allende, alias Torbe, productor de películas de contenido pornográfico, por presuntamente grabar y distribuir vídeos de contenido sexual que se viralizaron en las redes sociales y en los que el protagonista era un menor.
La viralidad de este vídeo “provocó que el testigo protegido sufriera un trastorno de estrés postraumático de intensidad media-alta”, según el fiscal. Además, destaca que “todo esto afectó gravemente a la joven en su ámbito personal, familiar y social, teniendo que abandonar sus estudios al no poder continuar con su proceso de formación.”
En diciembre de 2012, según la acusación, Torbe contactó con LM, una joven rumana que, tras informarle verbalmente que era mayor de edad, se dispuso a grabar dos vídeos de contenido pornográfico en los que aparecían ella y dos de los acusados. Poco después, Torbe supo que en realidad la joven aún no era mayor de edad, por lo que esperó unos meses a que cumpliera los 18 y publicar así los dos vídeos suyos en su página web. La joven denunció los hechos en una declaración prestada en Rumanía el 21 de noviembre de 2016.
Tres años después, concretamente el 21 de octubre de 2015, Torbe recibió un mensaje de una testigo protegida en el que, tras afirmar que era mayor, se ofrecía a realizar vídeos pornograficos.
En su mensaje incluía varias fotos de ella desnuda que gustaron al acusado, por lo que ordenó a MPV que se pusiera en contacto con ella y grabara un vídeo en su domicilio de Madrid. Las escenas fueron grabadas con un teléfono móvil “con el conocimiento y consentimiento” del testigo protegido. Una semana después, Allende envió, sin el consentimiento de la joven, a M. una fotografía en la que aparecía desnuda y “en la que se veía claramente el rostro y la fisonomía” del testigo protegido.
El 30 de octubre de 2015, Allende y la joven se reencontraron para grabar más escenas de sexo real con otra mujer. Una vez finalizada la grabación, Torbe pidió a la chica que se pusiera la camiseta de su club y mientras ella exclamaba ‘Aúpa Athletic’, él se la subió para enseñarle los pechos. La grabación se realizó con el consentimiento del menor.
Un mes después, la joven llamó a Allende para advertirle que dicho video se había viralizado y que ella aún no había cumplido 18 años, “esta acusada sabiendo desde ese momento sin lugar a dudas que la niña era menor de edad”. Por ello, Torbe envió un mensaje desde su cuenta de correo electrónico a la web ‘Forocoches’ pidiendo que retiraran dicho vídeo porque la joven era menor de edad.
Por otro lado, según el documento, M. siguió insistiendo para que Allende le enviara los dos videos a pesar de que ya sabían que la niña aún no había cumplido 18 años. A pesar de ello, Torbe pidió a su empleada P. que se los enviara a M. mediante wetransfer.
El propio M. almacenó en su ordenador los vídeos y fotografías que la testigo protegida enviaba para ser actriz de cine porno. Finalmente, el 4 de noviembre de 2015, la joven, asistida por su padre, presentó una denuncia en la comisaría de Policía Nacional de Alcobendas.
Para los demás imputados, JCP y FJM, el fiscal solicita 3 años para el primero de ellos por un delito de distribución de pornografía y por segundo un año de prisión por un delito de posesión de pornografía infantil.