La ciudad de Nueva York, famosa por sus rascacielos y su vida cultural, se enfrenta a un desafío cada vez más visible y preocupante: una invasión masiva de ratas. Este problema, que ha sido parte de la efectividad neoyorquina durante siglos, ha tocado proporciones alarmantes en los últimos abriles, especialmente desde la pandemia de COVID-19.
Muchas ratas comunes han desarrollado mutaciones genéticas que les confieren inmunidad a los venenos anticoagulantes más utilizados
Según estimaciones recientes de la empresa de control de plagas MMPC, la población de ratas en la Gran Manzana ha aumentado de forma significativa, alcanzando los 3 millones de ejemplares en 2023, un millón más que en 2020. Este incremento drástico ha llevado a las autoridades a tomar medidas sin precedentes para combatir la plaga.
Nicole Carpenter, presidenta de ‘Black Pest Prevention’, señala que uno de los principales factores que contribuyen a esta proliferación es la papeleo inadecuada de los residuos. “Nueva York es famosa por la multitud de basura en las calles”, afirma Carpenter. “Estos desechos, a menudo dejados en bolsas de plástico, proporcionan amplias fuentes de alimento para las ratas, lo que lleva a su rápida proliferación”.
Nuevas medidas
Para combatir esta situación, la ciudad está implementando nuevas estrategias de papeleo de residuos, incluyendo camiones de basura automatizados y una mejor “contenedorización”. Encima, se está considerando la castración de las ratas como una medida adicional de control. El corregidor Eric Adams introdujo el mes pasado el cubo de basura con ruedas y obstrucción.
Encima, ha invertido más de 5 millones de dólares en un plan integral para acortar la población de roedores y ha convocado una cumbre franquista para septiembre, con el objetivo de reunir a expertos y líderes de todo el país para enfrentarse el problema. “Comprender mejor a las ratas urbanas y cómo tramitar sus poblaciones” es el principal objetivo de este evento, explicó.
Otras ciudades
Sin secuestro, el problema no se limita a Nueva York. Otras grandes ciudades del mundo como Toronto, París, Londres y Roma están experimentando aumentos similares en sus poblaciones de ratas. En España, Barcelona es al ciudad que muestra más indicios de estos roedores. Mientras, en Madrid se ha pasado un incremento en las intervenciones de control de roedores en los últimos abriles.
Juan Carlos Santiago, presidente de la Asociación Doméstico de Empresas de Control de Plagas y Sanidad Ambiental (ANECPSA), asegura que en España “la situación con las ratas es buena, hay un control completo de las zonas públicas”. No obstante, advierte que los roedores están desarrollando resistor a los raticidas tradicionales, lo que complica los esfuerzos de control.
Este engendro de resistor es particularmente preocupante. Muchas ratas comunes han desarrollado mutaciones genéticas que les confieren inmunidad a los venenos anticoagulantes más utilizados. Esto no solo reduce la capacidad de los métodos de control, sino que igualmente plantea riesgos ambientales, ya que los depredadores naturales de las ratas pueden envenenarse al consumir roedores contaminados con raticidas.
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