Los socorristas de San Bartolomé de Tirajana, uno de los municipios más turísticos de Canarias, no pueden más. Denuncian desde hace meses las malas condiciones laborales que soportan y por ello se han manifestado este martes 6 de agosto inmediato al puesto de socorrismo de Cruz Roja en la playa de Maspalomas al sur de Gran Canaria. Cerca de 30 socorristas, algunos del municipio y otros del resto de la isla en señal de apoyo, se han concentrado desde las 8:30 de la mañana y durante más de dos horas con pancartas y megáfonos.
“Queremos que mejoren nuestras condiciones salariales, de infraestructuras, de materiales y de posibles humanos. Hay un deuda de personal muy holgado que está castigando física y psicológicamente a los socorristas”, explica Kevin José Castellano, patrón de rescate y socorrista de San Bartolomé de Tirajana.
Es el portavoz de este reunión de socorristas que exige encima un salario digno: “Tenemos un salario que nos hace ir al lado de alimentos y trabajar doble para salir a final de mes”, asegura Kevin, que compagina su trabajo de socorrista con un trabajo en hostelería.
Bajo el marca ‘Socorristas con el agua al cuello’, denuncian la situación de inseguridad que se vive en las playas en pleno mes de agosto y con los hoteles llenos: “No podemos respaldar la seguridad de las playas porque no podemos respaldar ni la nuestra. Somos 16 socorristas para 26 playas y eso conlleva que una playa como esta, la de Maspalomas, por la que pasan 4 millones de personas al año, nulo más que la cubran 3 socorristas y un patrón, lo cual son 4000 personas por socorrista al día”, dice Kevin José.
En las pancartas se podían acertar mensajes como: “Suban los salarios o seguiremos en precario”, “Salvamos vidas, ahora salven la nuestra” o “Las playas de Canarias no son seguras”. Y todos los asistentes vestían camisetas amarillas con el logo de un socorrista y la frase “Socorristas con el agua al cuello”.
Los socorristas denuncian asimismo el mal estado de los puestos: “Las infraestructuras y los materiales están desgastados y obsoletos”, explica Kevin, quien asegura que conviven con ratas y cucarachas a diario.
Durante el acto de protesta, los asistentes han insolente la voz al clamor de: “Canarias, audición, socorristas en la lucha”, pidiendo a las autoridades que escuchen sus peticiones y tengan en cuenta la importancia de su colectivo, que salva vidas. Según las estadísticas que ellos manejan, en 2023, lograron revertir 6 paradas cardiorrespiratorias de 7 que atendieron y en total llevaron a agarradera 74 rescates en las playas del municipio. Son un sector que cobra el salario minúsculo interprofesional pese a ser indispensables, y encima están bajo servicios mínimos de personal y con unas infraestructuras desgastadas y unos posibles materiales obsoletos.
Pese a que les gustaría, no pueden hacer huelga: “La huelga es inviable porque estamos bajo mínimos y somos servicio de prioridad. Por eso hacemos esta manifestación”, explica Kevin José Castellano, que encima asegura que no quieren estar más perjudicados de lo que están pero necesitan ser escuchados.
