«Nos han dejado sin agua en el retrete. Ya no podemos ni beberla. Esto es un aislamiento inhumano». Un amplio dispositivo policial logró desalojar este martes un edificio okupado por una treintena de personas de varias familias en la billete valenciana de Paterna. Una operación en la que se cruzaron los lamentos de los okupas, que criticaban la «desidia de ayudas» y que se impidiera a sus familiares hacerles venir víveres, y la de los legítimos propietarios de los pisos, quienes denuncian que tuvieron que hacer control porque estaban «violando nuestro espacio».
El inmueble en cuestión es un edificio de Viviendas de Protección Oficial. Estaba previsto que el promotor entregara las llaves a los dueños de los pisos el próximo mes de octubre tras rematar definitivamente las obras de construcción. Pero las cosas se torcieron el pasado fin de semana cuando los primeros okupas llegaron con «bolsas y colchones».
Este martes, el despliegue de la Policía Franquista y la Policía Lugar de Paterna permitió un desalojo «pacífico y arreglado» del edificio okupado situado en el número 57 de calle Alicante del municipio valenciano. Con antelación se habían cortado los suministros de electricidad y agua.
Precisamente, un Supremo de la billete investiga si tras la okupación está detrás una lado organizada. En este caso, se ha podido consumar el desalojo y, con anterioridad, el edificio del barriada de Los Molinos de Paterna no pasará a engrosar la registro de okupas en la que Valencia se sitúa como la tercera de toda España con 828 personas, de acuerdo con los últimos datos disponibles del Servicio del Interior. Según estas estadísticas, la provincia de Alicante suma 619 okupas y la de Castellón otros 193.
En el caso de Paterna, el desalojo se ha producido en cuatro días. Muy allá de media. De hecho, según datos del Consejo Genérico del Poder Contencioso, en 2023 en Comunidad Valenciana, los procedimientos verbales posesorios por ocupación ilegal de viviendas tuvieron una duración media de 10,3 meses. En 2018 era de 4,8 meses.
Mientras que en Paterna, más allá de la tensión entre los dueños de las casas y los okupas se han saldado sin incidentes, hace al punto que unos días la Policía Franquista detuvo a un hombre de cuna marroquí por incendiar la vivienda que había allanado en el barriada valenciano de Campanar tras amenazar a los vecinos.