La Ordenamiento Mundial de la Salubridad (OMS) se encuentra en estado de alerta máxima frente a la propagación de una modificación más pernicioso del virus mpox, anteriormente conocido como viruela del macaco, en varios países africanos. Esta nueva cepa, denominada clado 1, ha causado ya 450 muertes en la República Democrática del Congo (RDC) y se ha extendido a naciones vecinas, generando preocupación entre las autoridades sanitarias internacionales.
El director normal de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció el domingo a través de su cuenta en la red social X que está considerando convocar un Comité de Emergencia del Reglamento Taza Internacional. Esta medida podría resultar en la enunciación de una emergencia de vigor pública de interés internacional, el nivel mayor de amenaza que puede activar este organismo.
Nuevos casos en nuevos países
La importancia de la situación la han confirmado casos en Kenia y Uganda, países que han reportado tres infecciones de esta modificación más pernicioso. Por otra parte, en la República Centroafricana declaró un brote de mpox la semana pasada, y se han notificado casos en Ruanda y Burundi, donde nunca se había registrado la presencia del virus.
Según los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de África, desde enero de 2022 hasta finales del mes pasado se han registrado 37.583 casos de mpox y 1.451 muertes en 15 países africanos. Placide Mbala, epidemiólogo del Instituto Doméstico de Investigación Biomédica de RDC, advirtió sobre la suscripción movilidad en la parte uruguayo del país y su conexión con los países vecinos, que ha facilitado la propagación del virus.
Expansión mundial del virus
La preocupación se intensifica conveniente a que esta propagación coincide con la temporada turística, con miles de viajeros procedentes de Europa y América visitando el continente africano. Las autoridades temen que esto pueda conducir a una expansión mundial del virus, similar a lo ocurrido en 2022 con la modificación más leve, conocida como clado 2.
Es importante destacar que el clado 1, surgido en la provincia de Kivu del Sur (RDC), ha demostrado ser significativamente más pernicioso que su predecesor. Ha apurado una tasa de mortalidad del 3% entre los infectados en el postrer año. Mientras que la modificación clado 2, que afectó a casi 100.000 personas en 116 países en 2022, tuvo una tasa de letalidad del 0,2% y se notificaron 208 muertes.
Delante esta situación, el presidente de la OMS ha hecho un llamado urgente para obtener más financiación y apoyo para una respuesta integral. La comunidad internacional se enfrenta ahora al desafío de contener la propagación de esta modificación más peligrosa y predisponer una posible pandemia mundial.
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